Los participantes de El Conquistador de TVE se enfrentaron el pasado lunes a otro desafío emblemático del programa: el desafío del hámster. Esta prueba implicó completar un recorrido dentro de grandes esferas de metal con los ojos vendados, guiados por sus compañeros. Ambos grupos, cada uno con nueve miembros, estaban ansiosos por enfrentar el desafío, sabiendo que la unificación estaba cerca. El equipo rojo, liderado por Cesc Escolà, se presentó al juego después de pasar varios días en el campamento infernal, mientras que el equipo azul, bajo el liderazgo de Patxi Salinas, estaba bien alimentado tras disfrutar de las pizzas que habían ganado en el juego anterior.
Los hermanos de cada equipo estaban atados dentro de las esferas girando dentro de ellas, a veces quedando boca abajo. Finito y Keroseno del equipo Corocote, y Daniel y Miguel Oury de los Yocahu, actuaron como los "hámsteres" que guiaban a sus compañeros con los ojos vendados a través de un recorrido lleno de obstáculos.
Los gemelos de Viver desarrollaron una estrategia altamente efectiva para coordinar la dirección de la esfera, ya que no solo tenían que completar el recorrido, sino que también debían terminar en posición vertical en lo alto del último obstáculo. Esta estrategia les ayudó significativamente a ganar la prueba de inmunidad y obtener el codiciado premio de la aventura.
A pesar de la victoria de los Yocahu, ambos equipos experimentaron choques, golpes y colisiones durante el juego, y los Coracote incluso presentaron quejas sobre el comportamiento de sus rivales. Puma, en particular, sufrió un golpe en la cabeza con la esfera de su equipo durante la celebración de la victoria de los Yocahu, mientras aún tenía los ojos vendados. Los médicos del programa tuvieron que coserle una gran herida en la cabeza.
Después de izar la bandera que simbolizaba la victoria en el programa, Raquel Sánchez Silva elogió una vez más las decisiones de Daniel y Miguel, quienes se convirtieron en protagonistas destacados del programa.
