La entidad municipal aprobó ‘la eliminación’ del campo de aviación para desarrollar el proyecto de Ciudad de las Lenguas y ordenó su desalojo
El Tribunal Superior de Justicia ha anulado ahora, 10 años después, la sentencia que obligaba al Aeroclub a ‘devolver’ al ayuntamiento los terrenos del campo de aviación, junto a la playa del Gurugú y desalojar la parcela. En 2012 el ayuntamiento declaró extinguida la cesión del suelo. El objetivo era desarrollar un proyecto urbanístico denominado ‘La ciudad de las Lenguas’ que nunca se llevó a cabo.
Los terrenos donde se encuentra el campo de aviación, que gestiona el Aeroclub de Castellón, han estado durante muchos años en el punto de mira de posibles desarrollos urbanísticos. No era para menos, su situación frente a la línea de costa resulta como poco envidiable. Pero tampoco han estado exentos de otro tipo de intereses, como los destinados a convertirlo en una zona verde protegida para la recuperación de flora y fauna autóctona.
Lo cierto, es que el aeródromo de Castellón es internacionalmente reconocido por sus prácticas deportivas y por su ubicación. Pero lleva años sumido en un limbo legal que no acaba de resolverse con el ayuntamiento.
En torno a 2010 la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Castellón proyectaron un desarrollo urbanístico singular que debía convertirse en ‘La Ciudad de las Lenguas’.
Con esa ambición y después de realizar un estudio sobre la situación de los terrenos, los informes técnicos determinaron que el Ayuntamiento estaba capacitado para ‘extinguir el precario’ y recuperar los terrenos que estaban cedidos desde 1958 por el Ministerio del Aire a la entidad municipal, con la condición impuesta, en aquellos años, de que se destinaran a uso aéreo deportivo. Razón por la cual se fundó el Aeroclub de Castellón como gestor de la actividad.
Los informes técnicos consideraron que cualquier cesión de un suelo público no podía realizarse ‘a perpetuidad’, y que los plazos máximos de ocupación no debían exceder de los 30 años. Con estos argumentos, la Junta de Gobierno Local de Castellón del 27 de abril de 2012 aprobó: ‘Incoar el procedimiento para extinguir la cesión en precario otorgada por el Ayuntamiento al Aeroclub de Castellón, de los terrenos municipales denominados ‘campo de aviación’ con la calificación de bien patrimonial, al existir un interés público determinado por el desarrollo del proyecto Ciudad de las Lenguas a implantar en los referidos terrenos”.
Y de nada valieron las alegaciones presentadas por el Aeroclub, que fueron desestimadas con un informe técnico el 29 de enero de 2013, y por otra Junta de Gobierno del 15 de febrero de 2013. Rebatidas las alegaciones, el decreto de la Junta de gobierno requería al aeroclub “para que antes del 1 de junio de 2013 proceda a desalojar el citado inmueble municipal dejándolo libre y a disposición del Ayuntamiento de Castellón”. En aquellos momentos era alcalde Alfonso Bataller.
El tema, como no podía ser de otra manera, se judicializó. El Aeroclub reclamó a los tribunales, pero el Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 1 de Castellón desestimó el recurso presentado.
Crisis económica y proyectos en papel mojado
En aquellos momentos la crisis económica se había destapado ya con toda su crudeza y grandes proyecciones, como la de la Ciudad de las Lenguas se quedó solo en papel mojado sin dinero para su desarrollo.
El Aeroclub presentó un recurso y mantuvo sus reclamaciones. Diez años después, su recurso de apelación ha sido resuelto a su favor por el Tribunal Superior de Justicia de lo Contencioso Administrativo.
La sentencia fue dictada el pasado 31 de julio y el fallo estima el recurso de apelación y anula la sentencia apelada.
La conclusión lógica de este proceso es la siguiente, si la sentencia que consideraba ‘extinguido el precario’, es decir, en la que el Ayuntamiento podía obligar al aeroclub a abandonar las instalaciones y devolver los terrenos a la entidad municipal es nula, también lo son sus consecuencias.
Los terrenos del Aeródromo también han sido recalificados en el último Plan General, por lo que no se podrán desarrollar proyectos urbanísticos.
Lo que cabe ahora es establecer las bases de un ‘convenio’ que regule los terrenos, las actividades del Aeroclub y su relación con el propietario del campo de aviación, que es el Ayuntamiento de Castellón.
