Cerca de 2.000 empleados del sector industrial están parados
El clúster cerámico de Castellón sufre una falta de demanda y una crisis energética que le ha situado en uno de los momentos más complicados de los últimos años. Unos problemas a los que se añade la inestabilidad internacional en un sector que concentra el 70 % de las ventas en el exterior. El 85 % de las empresas del azulejo están afectadas por ERTEs. Solo se salvan dos grandes empresas, según información de los sindicatos.
La figura del ERTE fue impulsada por el Ministerio de Trabajo durante la pandemia para evitar el colapso empresarial y laboral ante la paralización de la actividad. Con esta figura el Estado subvenciona el empleo. El ERTE ha continuado y está logrando contener en parte el golpe en los puestos de trabajo de la cerámica. No obstante, el ERTE actual tiene una importante diferencia respecto al anterior. Ahora, los trabajadores inmersos en esta figura consumen la prestación, con lo que cuando finalicen el ERTE pueden encontrarse en que no cuentan con el derecho al paro si se confirma su despido. Durante la Covid, el desempleo no se utilizaba en ERTE.
Ahora, la mayor parte de las empresas están haciendo uso de los ERTE. Y la bajada de producción y de ventas en los mercados exteriores han hecho que la mayoría de las industrias se encuentren afectadas. Según UGT, el 85 % de las empresas cuentan con algún ERTE. En su conjunto están inmersos unos 2.000 trabajadores. De enero a junio ya se contabilizaron 19 en el clúster cerámico.
Estas cifras muestran las dificultades por las que atraviesa el sector. Es por ello que la patronal Ascer reclama al Gobierno un plan de ayudas ambicioso que permita capear la tormenta actual. Subraya que sufren una crisis sobrevenida por el contexto internacional y que la salvación es esencial para mantener el tejido productivo de la provincia y el peso de la industria en su PIB. El 36 % del PIB en Castellón es industrial, y este porcentaje es un anhelo del Gobierno en otras regiones o de países europeos en sus planes de reindustrialización.
Cabe tener en cuenta que la cerámica cuenta con cerca de 17.000 empleos directos, siendo el 95 % indefinidos.
Los agentes económicos recuerdan que cerámica representa 19,7% del PIB industrial de la Comunitat Valenciana; tiene un efecto tractor y multiplicador muy importante ya que por cada € de PIB directo del sector aporta 2,9€ de PIB adicional a la economía de España. Asimismo, representa el 14,3% del empleo industrial de la Comunitat y el 21,2% del total del empleo de la provincia de Castellón.
Ascer, por este motivo, cree que las ayudas de 90 millones aprobadas por el Gobierno para la cerámica son insuficientes. Además, subrayan que la Ley General de Subvenciones y la obligación de pagar a proveedores en 60 días dificulta que muchas empresas opten a estas ayudas ya que sus pedidos se concentran en el extranjero y es complicado así cumplir el criterio de 60 días. Los defensores de las mismas recuerdan que se tratan de las primeras ayudas que un Gobierno central impulsa en el azulejo durante una crisis.
Los sindicatos piden que las ayudas se vinculen al empleo
Por su parte, los sindicatos también lamentan que estas ayudas públicas no incluyan cláusulas que vinculen su concesión al mantenimiento del empleo y a la no deslocalización. UGT recientemente trasladó esta propuesta al secretario de Estado del Ministerio de Trabajo, quien se comprometió a estudiar. Se acepte o no solo será posible cuando sea investido el nuevo Gobierno, ya que el Ejecutivo en funciones no tiene capacidad para este cambio normativo.
Cabe recordar que el sector acumula un sobrecoste energético de 2.000 millones de euros desde 2021. En 2022, la energía representó el 30 % de la facturación global. El Gobierno ha sacado un Perte para la descarbonización para ayudar a la industria a afrontar la transición energética, pero desde Ascer subrayan que sus condiciones son irrealizables por mantener el requisito de la Ley General de Subvenciones.
