Fue baterista del grupo punk Mala Hierba a los trece años y editor del fanzine Sátira Coenta a los quince.
Castellón Información
El próximo miércoles el escritor vilarealense Ángel Gil Cheza acude a la Fundación Caja Castellón para participar en el ciclo de charlas-coloquio 'Condición Literal' en torno a la literatura, donde presentará su novela “El hombre que arreglaba las bicicletas”. Una oportunidad para conocer la trayectoria de este autor que ilustra a la perfección el momento que vive el mundo editorial, en el que los movimientos naturales que se producen con la autoedición digital son observados con lupa por las editoriales y en el que, realmente, la publicación en papel y en formato electrónico funciona como vasos comunicantes. Porque, al final, las novelas son historias que conectan o no y las de Ángel Gil Cheza están entre las primeras.
Ángel Gil Cheza nació en Vila-real en 1974. Es licenciado en Humanidades y máster en Edición. Fue baterista del grupo punk Mala Hierba a los trece años y editor del fanzine Sátira Coenta a los quince. En los años noventa destacó como cantautor. Publicó la cassette Futuro (1998) y el disco Con la miel en los labios (2005). Desde hace un tiempo su actividad laboral gira en torno al mundo de la edición, donde trabaja como editor de mesa freelance, imparte clases en diferentes centros y asesora a otros autores. Actualmente dedica el tiempo a escribir y cuidar un huerto de naranjas ecológicas.
'El hombre que arreglaba las bicicletas'
Una historia en la que nos muestra cómo el testamento de un escritor de novela negra empuja a su viuda, a su hija y a una antigua novia irlandesa —a la que abandonó años atrás sin explicación alguna— a convivir un verano en su casa de la playa junto a un taller de bicicletas en la costa mediterránea. Allí se darán cuenta de lo distinta que podía haber sido su vida en circunstancias diferentes.
El próximo miércoles los seguidores de Ángel Gil Cheza por fin podrán conocer, de forma física, su novela El hombre que arreglaba las bicicletas, que salta al papel graicas al sello internacional Suma de Letras, perteneciente a uno de los grupos editoriales más importantes en habla hispana como Santillana. Todo ello, después de la buena respuesta de su homólogo digital en el portal Amazon, donde se posicionó desde su lanzamiento entre las 100 novelas más vendidas. El recorrido por el que ha pasado la novela con su publicación es un ejemplo de los cambios que se están produciendo en el sector editorial. Sin embargo, este libro refleja el lado positivo que se obtiene del mundo del libro digital y de plataformas como Amazon.
Este rápido éxito de Gil viene respaldado por los seguidores a los que ya atrajo con su trabajo anterior, La lluvia es una canción sin letra, y que ahora se han visto atrapados por los aires mediterráneos de este nuevo libro, que parte de preguntas como “qué dejamos cuando morimos y a quién le diríamos aquello que quedó sin decir".
Ángel Gil Cheza consigue contagiarnos su particular modo de ver el mundo; un lugar en el que se escucha cada palabra, se atiende a cada gesto, y donde cada momento que compartimos con alguien cuenta en su novela El hombre que arreglaba las bicicletas; una novela que describe de forma brillante los pensamientos, sentimientos y actitudes vitales de los personajes. Una historia que atiende a los detalles, intentando emocionar y transmitir con personajes de carne y hueso que han revelado al autor como un gran narrador de historias.
Como telón de fondo, la costa de Castellón, pero no la de ahora, sino una con un cierto tono nostálgico, una llamada a la vida conocida por la gente que ha sido de allí, los veranos con la tradición, la calma, los bailes del pueblo y la playa. Una forma de vida que queda reflejada en la novela con la ayuda de las bicicletas mencionadas en el título, con las que el autor ha querido trasmitir un ritmo estival, porque viajar en bicicleta es viajar siendo consciente de cada metro que se avanza, atendiendo a los detalles, a las cosas que no vemos en la vida.