Saba ha vuelto a recurrir al TSJ para que obligue al ayuntamiento a convocar el concurso que perdió por ‘un error de sobre’
El proyecto para la renovación y explotación del aparcamiento de Cardona Vives vuelve a bloquearse una vez más. La empresa que gestiona el aparcamiento ha presentado un nuevo recurso ante el TSJ de la Comunitat Valenciana, para que anule en su totalidad el pliego de condiciones del concurso público, convocado por el ayuntamiento, y repita el procedimiento desde el inicio. Saba perdió el concurso anterior por 'un error de sobre'.
La renovación del aparcamiento de Cardona Vives, en el centro de Castellón, empieza a convertirse en una ‘misión imposible’. El ayuntamiento de Castellón lleva desde 2016 en el intento de contratar a una empresa que asuma la rehabilitación del parquin a cambio de una gestión sin canon por un periodo de 15 años.
El último procedimiento, que debía resolverse ahora, se enfrenta con un nuevo conflicto judicial por el recurso presentado por la concesionaria actual, SABA ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
El aparcamiento subterráneo más antiguo de Castellón
El aparcamiento subterráneo de Cardona Vives es el más antiguo de la capital de la Plana. Fue el primero de todos de la red que ahora circula por el subsuelo de la ciudad, casi por debajo de cada plaza y calle de Castellón. Pero entonces, a finales de los años 60 del pasado siglo, era otra cosa y la ciudad presentaba una imagen muy diferente de la de ahora.
En 1968 se creaba la plaza Cardona Vives, sobre una parte del núcleo urbano que albergaba antiguas viviendas, para crear un espacio diáfano que conectara con la calle del Agua…
En 1973 el Ayuntamiento de Castelló, que gobernaba Francisco Luís Grangel adjudicaba las obras del parking de Cardona Vives. El acta de recepción se firmaba el 15 de febrero de 1975 a favor de la mercantil Aparcamientos Zaragoza, que posteriormente pasaría a denominarse Aparcamientos SABA. El periodo de concesión era de 42 años.
Primer intento de renovación en 2016
A punto de cumplirse el final de la concesión, en 2016, el ayuntamiento, que gobernaba Amparo Marco (en su primera legislatura), comenzó los trámites administrativos para sacar a concurso público el aparcamiento de Cardona Vives. Los tiempos habían cambiado, la infraestructura necesitaba una renovación, adecuación a la nueva normativa de seguridad, y también un ascensor del que carece.
El Estudio de Viabilidad elaborado por los técnicos municipales se expuso al público en marzo de 2017 y no se presentaron alegaciones. Pero este fue el primer intento fallido. El Estado modificó la Ley de contratos públicos en noviembre de 2017, y el ayuntamiento no tuvo más remedio que anular el procedimiento que había iniciado para adecuarse a la nueva normativa estatal.
Segundo intento: Saba alega en contra de las condiciones económicas
El segundo intento municipal llegó en enero de 2020 con la aprobación del estudio de viabilidad del aparcamiento.
El citado estudio, realizado por los técnicos municipales, estimaba que el coste de las reparaciones necesarias para adecuar el aparcamiento a los nuevos tiempos podía rondar los 2,3 millones de euros. El ayuntamiento no estaba dispuesto a afrontar el gasto. Por lo tanto, la alternativa propuesta pasaba por sacar a concurso público la ejecución de las obras a cambio de un periodo de concesión, por 15 años, sin el pago del canon municipal.
Pero en esta ocasión sí se presentaron alegaciones. La empresa concesionaria, Saba, estimó que los requerimientos del ayuntamiento podían considerarse abusivos. Visto el coste de las obras, la reducción del tráfico de estacionamiento de los últimos años, a las que hubo que sumar las consecuencias de la Covid, que se desató en 2020, y las mejoras solicitadas por la entidad municipal, Saba solicitaba un plazo de concesión más largo para poder repercutir la inversión a realizar.
La mercantil también señalaba que había aspectos técnicos en cuanto a las escrituras, declaración de la obra que debían subsanarse.
En octubre de 2020 el ayuntamiento aceptaba las alegaciones técnicas relativas a los impuestos que deberían incluirse en ese estudio económico del parquin; pero rechazó de plano las alegaciones económicas y la ampliación del plazo de concesión.
Así las cosas, el segundo intento se atascaba de nuevo.
Tercer intento: auditoria externa y nuevo concurso público
Para resolver el problema el ayuntamiento encargó en enero de 2022 el estudio de viabilidad económica del aparcamiento de Cardona Vives, a una empresa externa. La auditoría, realizada por una empresa técnica, evaluó el estudio municipal y dio la razón al ayuntamiento. Entendía que el plan de obra y ejecución era razonable.
Y con estos parámetros, el ayuntamiento volvía a sacar a concurso la concesión de la remodelación del aparcamiento a cambio de una explotación sin canon durante un periodo de 15 años.
Publicado el pliego de condiciones en la Plataforma de Contratación del Estado, se presentaron dos ofertas: La primera de ellas estaba respaldada por SABA aparcamientos, la empresa que todavía explota el aparcamiento. La segunda, estaba respaldada por dos empresas, con el compromiso de unirse para desarrollar el proyecto: Juan José Sánchez López (Jujosa) y Grupo Bedege, Gestión Integral.
Paralización cautelar por el Tribunal Administrativo Central
Ahora bien, la empresa concesionaria SABA, no se quedó de brazos cruzados, y de hecho presentó recurso ante el Tribunal Central Administrativo contra el pliego de condiciones aprobado por el ayuntamiento. Una de las denuncias tenía relación con los trabajadores del aparcamiento, que según la empresa concesionaria deberían ser contratados por la nueva entidad que ganara el concurso. Una vez más, y esta vez por orden del Tribunal Administrativo Central, se paralizaba cautelarmente el procedimiento del concurso público hasta que se resolviera el recurso de Saba. Poco después el TAC inadmitió el recurso y se retomaron los plazos.
Nuevo recurso y un error ‘de sobre’
El procedimiento continuó su curso, pero aquí se produjeron dos hechos importantes. SABA presentó su recurso sobre los trabajadores al Tribunal Contencioso Administrativo.
Y paralelamente, SABA cometió un error ‘de sobre’ que lo dejó fuera del concurso público.
Tal como se desarrolla un concurso público de estas dimensiones y para salvaguardar la libre competencia, existen unos protocolos de obligado cumplimiento; las empresas que optan a desarrollar un proceso deben pasar por tres fases. La primera, la entrega en un sobre cerrado A, la documentación administrativa que respalda la idoneidad de la firma para desarrollar el proyecto, según el pliego de condiciones y la legalidad vigente.
La segunda, es la referida al sobre B, en el que cada empresa explica el proyecto que desarrollaría ajustado al pliego de condiciones. Son cuestiones sometidas a ‘juicios de valor’, pero en función de diferentes parámetros que se puntúan por separado y debidamente justificados.
Y la tercera, es el sobre C, en el que también, en sobre cerrado, entra la valoración económica para el desarrollo del proyecto que propone cada una de las empresas.
Ambas empresas superaron sin problemas la fase del sobre A. Pero no la segunda, del sobre B, ya que, por error, SABA introdujo en el sobre B documentación económica, que debía haber entregado posteriormente en el sobre C, y que podía condicionar la adjudicación del proyecto.
SABA quedaba excluida del concurso, y Jujosa, que si superó los tres pasos fue la adjudicataria del proyecto para: redactar el proyecto de construcción, ejecutar las obras y obtener a cambio la explotación sin canon municipal del parquin de Cardona Vives.
El TSJ anula el pliego de condiciones del concurso público del aparcamiento de Cardona Vives
Pero cuando parecía que este culebrón hay encontraba un final, volvieron a complicarse las cosas
Y es que, el Tribunal Superior de Justicia de lo contencioso Administrativo sí que estimó el recurso de SABA, que no había admitido a trámite el TAC.
La historia es que, según el TSJ el pliego de condiciones que publicó el ayuntamiento para la contratación de las obras del aparcamiento de Cardona Vives, contenía un defecto en una de las cláusulas. La cláusula en concreto era la referida a subcontratación de los trabajadores de la anterior concesionaria, Saba.
El ayuntamiento busca alternativas con la anulación de la cláusula defectuosa
Analizada la sentencia por los técnicos municipales y sus servicios jurídicos, se llegó a la siguiente conclusión: si la única cláusula del pliego de condiciones que incumplía el procedimiento era la de la contratación de los trabajadores, no era necesario volver a repetir el concurso público. Bastaba con consultar a la nueva adjudicataria si estaba dispuesta a respetar los contratos y la situación de la plantilla del aparcamiento que pertenecía a Saba.
Los trámites se realizaron a finales de diciembre, y la nueva adjudicataria aceptó las condiciones.
De vuelta a los tribunales
¿Cree el lector que ya está desbloqueada la construcción del aparcamiento de Cardona Vives
Pues, de nuevo, no.
Según informó el portavoz del equipo de gobierno, Vicent sales, el pasado jueves, 11 de enero, SABA aparcamientos ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
Lo que se alega ahora tiene también su lógica: si el Tribunal había considerado que el pliego de condiciones para la adjudicación del concurso era defectuoso, a juicio de Saba, el ayuntamiento estaría obligado a repetir el concurso público desde el principio y con un nuevo pliego de condiciones sin cláusulas defectuosas.
La posición de SABA es comprensible, porque si perdió el concurso anterior por un error de sobre, quizá todavía tenga oportunidad de ser la adjudicataria del concurso si se repitiera todo el procedimiento.
La conclusión, este tercer intento vuelve a atascarse de nuevo.
Puede suceder, que el TSJ de la Comunitat Valenciana coincida con los técnicos o juristas del ayuntamiento, en que basta con suprimir la cláusula defectuosa para que el resto del concurso valide la adjudicación.
Pero puede suceder también, que el TSJ de la razón a SABA y obligue al ayuntamiento a volver a comenzar la casa (en este caso el aparcamiento) desde los cimientos…
Pero puestos a especular… ¿Se conformará la empresa concesionaria del último concurso o también reclamará los derechos adquiridos ante los tribunales?