Alejandro Moreno Sandoval. Portavoz del Grupo Municipal de EUPV de Vila-real. Octavo teniente alcalde y concejal de Cooperación Solidaridad e Integración.
El paréntesis abierto desde cuando el Rey abdica está llevando a todos los sectores a pronunciarse sobre la coyuntura actual de la sociedad española en general y de la sociedad, en cada una de las autonomías y municipios, incluyendo los hogares de todas las familias que estructuran este País y que tienen su historia.
Es necesario que se abra ese debate, es necesario que se analice la actualidad para elaborar esas propuestas de futuro. Y a la vista de los engranajes del sistema y el trato de la información en los medios, las decisiones de los grandes partidos y los sectores del poder están tomadas, y parece inevitable que el paréntesis entre viejo rey y nuevo rey, se cierre con el nombramiento de Felipe VI como nuevo rey de España.
Suena ridículo que en pleno siglo XXI lo medieval, como ya ha dicho Cayo Lara, siga imperando en una sociedad que se encuentra en la era de la informática, de la tecnología. Donde no hacen falta gladiadores ni templarios que custodien ni el santo grial, ni la santa corona o el santo cetro real. Todo esto debería caer en la historia y en los museos, y las personas que forman una familia real, deberían de pasar a ser una real familia, como la de toda persona normal, como la de todo ciudadano ejemplar, que cumple con su trabajo si es que lo tiene y paga sus impuestos. En donde si se quiere llegar a tener una representación pública con funciones de representación de una ciudadanía, con mando y responsabilidades como las de jefe de estado, primero pase por las urnas para ser elegidos por la ciudadanía. En este siglo XXI ya no deberían de haber súbditos, aunque los hay, “de haberlos hay los”.
Por eso se ha pedido que se convoque a referéndum, se ha solicitado al mismo rey que aplique o aplicara en su debido momento a este ejercicio democrático, la corona es la que incluso hasta podría haber ganado, pero siguen prefiriendo la imposición del poder, del sometimiento y del vasallaje, se imponen de facto los poderes heredados y negociados en su momento en una salida de una dictadura.
Ahora toca que la gente se movilice y exija cumplir su derecho de elección de un jefe de estado, eso sería lo lógico en estos años. Y existiendo la posibilidad hay que hacer que esta se haga realidad.
Me hacen gracia los discursos que alaban al rey (nosotros alabamos la lucha del pueblo y de los trabajadores) como el que en el pleno de Vila-real hizo el partido popular. Discurso ramplón si grandes elementos de contenido, reflejaba la indefensión aprendida en la que están sometidos los partidos que sostienen la monarquía parlamentaria. Sometidos e indefensos ante la oportunidad de proponer una profundización de la democracia, que ahora toca y es el momento. Todas las fuerzas políticas, todas las organizaciones, todas las asociaciones, hasta las de nuestros vecinos más cercanos hablan del momento, algunos con sentido y con razón, otros sin sentido y sin razón, y una gran mayoría que tiene bien aprendida su indefensión, reflejan el miedo y el estrés que ocasiona hablar de un cambio hacia una República, porque enseguida se encuentran ante el argumento del fracaso del 36, cuando un pueblo entero democráticamente llego a un modelo de estado Republicano y que la violencia y las consciencias reaccionarias se encargaron de destruir y arrasar a sangre y fuego, imponiendo un estado dictatorial que inyecto de indefensión a todos los pueblos Republicanos. Una indefensión que aún tiene paralizada a mucha gente que tiene grabado ese aprendizaje. Pero es la hora de hacer ver que estamos en un siglo XXI en el que como ciudadanos y ciudadanas podemos hacer cumplir los anhelos de democracia, proponer elegir y decidir quién y cómo nos represente, proponer elegir y decidir cómo incorporarnos todos y todas al poder del pueblo, con el poder de la gente.
En este momento queda la calle, quedan las plazas, están las asambleas, las movilizaciones, y los resquicios legales que provoquen que haya Referéndum Ya. Aquellas conciencias de los “espíritus republicanos” que algunos tienen reprimidos por su indefensión, deben de dejarlas salir, hay que liberarlos, al igual que toda la gente que quiera más democracia. Hay un proceso en marcha, hay que volcar el poder, hay que asaltar las instituciones democráticamente y con la movilización, la organización y no la representación institucional en manos de la mayoría del pueblo, desarrollar ese proceso constituyente, que desemboque en esa III República, con la base de la Unidad Popular.
