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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 22:28

Escala a Castelló: El barco ruso Shtandart, vetado por la población ucraniana

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Tiene tripulación de Ucrania, pero mantiene bandera rusa. Estará en Sète con pabellón francés pero no podrá entrar a PortCastelló

El barco de origen ruso, Shtandart, réplica de la fragata del Zar Pedro ‘el Grande’, tampoco podrá participar este año en escala a Castelló. Aunque ya se habían cerrado las conversaciones para contar con su presencia, y aunque será acogido en Escala a Sète, en Castellón se ha vetado su presencia. Desde el ayuntamiento indican que la población ucraniana ha pedido al ayuntamiento que no lo acepte, aunque su tripulación sea ucraniana.

Shtandart Escala a Castello 2018

Fue uno de los primeros barcos que acudió a la llamada de Escala a Castelló en 2018. El Shtandart ruso es una réplica de la fragata del Zar ruso Pedro El Grande, y tiene un vínculo muy especial con la ciudad de Castellón, en cuyo puerto se refugió durante la pandemia de la Covid.

Pero, para su pesar, se ha convertido en un ‘barco maldito’ que tampoco podrá participar este año en la VII edición de escala a Castelló.

Según ha podido saber Castellón Información, el Shtandart ruso participa esta semana en Escala a Sète, donde ha sido acogido por la organización, que le ha cedido para ello el pabellón francés.

Porque el problema del Shtandart, es que ahora mismo es un ‘barco de ninguna parte’. Están vetados en su país de origen, Rusia, donde no pueden ni acercarse. La mayor parte de su tripulación es de nacionalidad ucraniana, pero la guerra de Rusia contra Ucrania los ha dejado en una posición muy difícil. Solo por su bandera, y sin atender a su tripulación, los ucranianos que escaparon de la invasión soviética han pedido a las instituciones que no permita su participación en diferentes eventos donde se ganaban la vida.

Este ha sido el caso de Castellón, donde ya se habían cerrado las negociaciones para que pudiera participar en un evento que ellos también ayudaron a promocionar durante su primera visita.

Fuentes municipales señalan que, la asociación de ucranianos de Castellón se dirigió mediante coreos a media corporación de Castellón, para señalar su malestar en el caso de que el Shtandart ruso participara en la gran fiesta del mar de la capital de la Plana.

Y la presión ha sido de tal calibre, que finalmente el ayuntamiento ha cedido a su petición. Donde dijeron Digo dicen ahora Diego, y el barco ruso no podrá estar en escala a Castellón.

Y es una pena, porque durante su primera visita su capitán Vladimir Martus se mostró tan encantado de la hospitalidad y de cómo había sido recibido por la ciudad, que llegó a manifestar, incluso, su deseo de establecer un puerto mediterráneo para el Shtandart en Castellón.

Pero las cosas se torcieron casi desde el primer momento. En 2020, cuando se cerraron todos los puertos por la pandemia de la Covid el Shtandart se encontraba en medio del mar. Solo encontró auxilio en Castellón, donde pudo atracar en lugar seguro, aunque sin poder bajar a tierra.

Y después llegó la invasión rusa de Ucrania. En 2022 Escala a Sète le cerró las puertas por su bandera. Castellón, que iba de la mano de Sète tuvo que hacer lo mismo.

En este 2024 El Shtandart ruso ha sido acogido por Sète, que le ha prestado hasta su bandera y ya soñaba con venir a Castellón.

Pero ahora es la asociación de ucranianos la que no quiere un barco ruso cerca de sus refugios en Castellón.

La impresionante historia del Shtandart

Con todo, la historia del Shtandart no tiene desperdicio. Por eso se la volvemos a contar aquí:

La fragata rusa es bonita, por dentro y por fuera. Construido según las técnicas navales inglesas del XVII, el original fue creado en pocos meses para cumplir los deseos del Zar de todas las Rusias, Pedro el Grande, que llegó a dirigirlo en su viaje inaugural.

A principios del siglo XVIII Rusia consiguió uno de sus principales botines de la Guerra con Suecia: el acceso al mar Báltico. En la desembocadura del río Neva fue fundada la ciudad de San Petersburgo, la futura capital del imperio.

En 1703, en el astillero de Olonets por orden del zar Pedro el Grande, fue botada la primera fragata de la flota del Báltico, el "Shtandart”. Su primer capitán fue Pedro I en persona, aunque en esa travesía navegó con el pseudónimo de Peter Mihajlov.

El buque de guerra recibió su nombre en honor al estandarte imperial. Antes de 1701 éste mostraba un águila sosteniendo en sus garras los mapas de los tres mares a los que Rusia tenía acceso (el de Azov, el Negro y el Blanco). Tras la adquisición del Báltico se añadió el cuarto.

Para muchos, el nombre de Shtandart se tradujo coloquialmente como 'el deseado', ya que respondía al sueño del zar de tener una salida al Báltico, y su construcción simbolizaba este logro.

El Shtandart se construyó en solo cinco meses, y la participación personal del zar Pedro fue decisiva para ello. El zar había aprendido técnicas de construcción naval de los holandeses durante su visita a la Gran Embajada de Europa occidental (1697-98).

En la gran cabina había una brújula colgando sobre una mesa que solo se puede leer desde la parte inferior. Una leyenda rusa relata que esta brújula colgaba sobre la hamaca de Pedro I y que, cuando se despertaba, siempre controlaba la brújula para asegurarse de que la fragata estaba en curso.

La gran Guerra del Norte (1700–21), durante la cual se construyó el "Shtandart" duró 18 años más tras su botadura. El Shtandart tomó parte en acciones militares hasta el año 1719 cuando fue dado de baja. Tras esta, Pedro I promulgó un edicto de conservación del “Primogénito de la flota” (cómo él lo denominó) en calidad de monumento a la industria naval rusa.

Desgraciadamente, sin cuidados ni atención, el "Shtandart" y otros barcos atracados en el canal de Kronwerk se deterioraron muy rápidamente.

En 1727, una comisión enviada por Catalina I revisó el estado del buque y decidió llevarlo al dique seco para ser restaurado. Pero el tiempo y el agua ya habían deteriorado tanto el casco que durante los intentos de elevarlo, el cable cortó el casco en varias secciones. El viejo Shtandart fue desguazado y un nuevo decreto fue promulgado por la emperatriz: "En honor a su nombre, dado por su majestad Pedro I,  se construirá uno nuevo"

Pero esa orden Tardo más de 300 años en ser ejecutada...

Reconstruir una réplica del famoso buque de Pedro el Grande fue posible gracias a la energía y resolución de una nueva generación. En 1994 un grupo de entusiastas de San Peterburgo comenzó la construcción. Los diseños del barco fueron recreados a partir de diversas fuentes.

El 4 de septiembre de 1999 El renacido Shtandart fue bautizado. Su viaje inaugural fue en el verano del año 2000 haciendo la ruta de la Gran Embajada, llevada a cabo 300 años antes, viajando por aquellos países y ciudades donde el joven emperador Pedro I se instruyó en la construcción de barcos para crear la nueva Rusia fuerte.

Su historia fue relatada por su capitán durante su visita a Castellón en 2018.