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domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 21:28

El secreto mejor guardado de las empresas con éxito

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Todo el mundo sabe que las empresas están compuestas de personas. Pero lo que no todo el mundo es consciente es de que el éxito de las empresas lo dan las personas. Y concretamente el compromiso de estas con la empresa.

El compromiso organizacional de un empleado es la conexión emocional y mental que este tiene con su trabajo y con la empresa para la que trabaja. Y que determina su nivel de dedicación, entusiasmo y lealtad hacia la organización, así como su disposición a esforzarse por alcanzar los objetivos y contribuir al éxito de la empresa.

Y todos sabemos que el éxito de una empresa se mide por sus resultados. Resultados a nivel del talento y su fidelización. Evitando fugas hacia otros lugares o reduciendo el absentismo. A nivel operacional a través de una mejora de la eficacia y eficiencia de los procesos de la organización. La reducción del número de errores, el aumento de la seguridad, el incremento en la productividad o aumento en la innovación y la creatividad.

A nivel comercial, se ve reflejado en que los clientes están más comprometidos y satisfechos con el servicio prestado, por tanto nos compran mucho más y nos visitan con más frecuencia. Los hay que llegan incluso a convertirse en nuestros principales embajadores de la marca, recomendando a otros clientes potenciales. A nivel financiero un alto compromiso se traduce en más ingresos, ventas, margen, rendimiento y dividendos para todos.

Así pues, ¿quién no querría todo esto y mucho más para su empresa?

Sin embargo, en las organizaciones más allá de las encuestas que se realizan muchas veces de manera puntual y a destiempo sobre “orgullo y compromiso” o los “indicadores” que hacen sonar todas las alarmas. ¿Cómo podemos reconocemos en el día a día que un empleado está comprometido con nuestra organización?.

Para mí un empleado que está comprometido realiza tres acciones y/o comportamientos que difícilmente veremos en un empleado no comprometido. En primer lugar muestra un claro deseo por quedarse y no abandonar el barco. Deja de buscar proactivamente otras ofertas y la cuestión salarial baja varios puestos en sus prioridades.

Por otra parte la gente que está comprometida, se siente cómoda y orgullosa de contar y decir a todo el mundo en que empresa trabaja. Se convierten en los mejores embajadores de la marca en el mundo físico y también en el mundo online (ejemplo las redes sociales).

Por último y este quizás sea uno de los indicadores más comunes, un empleado comprometido se esfuerza mucho más. Las personas que están comprometidas recorren esa “milla extra” a la que muchas veces aspiramos con nuestros equipos. Asumen tareas y funciones muchas veces que escapan de sus responsabilidades, porque sienten esa conexión mental y sobre todo emocional con el equipo y la empresa a la que pertenecen.

La cuestión que te estarás preguntando probablemente es: ¿cómo hago en mi empresa para que mis empleados se esfuercen más, quieran quedarse y además hablen bien de mi empresa?

La solución la encontrarás la próxima semana. ¿Viajamos juntos al éxito?