El ayuntamiento ha rechazado el recurso de reposición y mantendrá las limitaciones de uso y ocupación y sin conciertos ni el uso de altavoces
La Asociación Juvenil ‘La Cosa Nostra’ no podrá disponer ‘a su antojo’ de la plaza Isabel la Católica de Castellón y ni utilizar el espacio público sin autorización municipal. La Junta de Gobierno ha rechazado el recurso de reposición presentado por la asociación y avalado también por Compromís. El ayuntamiento ha dado prioridad a las 42 quejas de los vecinos.
La Junta de Gobierno Local de Castellón ha desestimado el recurso de reposición contra el reglamento que regula los usos públicos de la plaza Isabel la Católica
El recurso estaba avalado por: la Asociación Juvenil, ‘La Cosa Nostra’, pero también, por el Grupo Municipal de Compromís, la Confederació General del Teball y la Intersindical Valenciana. Y para ello, el ayuntamiento se basa en la potestad que tiene la entidad municipal a regular el espacio público, y las 42 quejas vecinales que protestaban por el ruido, el deterioro del mobiliario urbano y los grafitis que llenan la plaza.
La situación de la Plaza Isabel la Católica y la relación de ‘La Cosa Nostra’ con los vecinos arrastra un largo historial de enfrentamientos que se plasmaron en 42 denuncias formalizadas y otras tantas no recogidas en los papeles.
La situación es la siguiente: la asociación Juvenil tiene un local en la Plaza, donde organiza numerosas actividades destinadas a un público juvenil que comparte su ideología y su forma de ver la vida. Se llaman antifascistas por lo que condenan abiertamente cualquier actividad o pronunciamiento que pueda venir de personas o grupos de derecha, o más conservadores de lo que son ellos.
Con asiduidad organizaban actividades y conciertos con el volumen de la música demasiado alto, que no eran compartidos por la mayoría de los vecinos, amén de los carteles, pintadas, grafitis y lo que los vecinos denominan, deterioro del mobiliario urbano.
Aunque la asociación está legalmente constituida, muchas de estas actividades no solo no contaban con los debidos permisos municipales, sino que abiertamente incumplían cualquier intento del ayuntamiento de hacer compatible el descanso de los vecinos con sus actividades.
Ojo, no es la única plaza donde se han registrado protestas por ruidos u organización de actos festivos. Otro de los lugares que también ha sido muy protestado por los vecinos ha sido Huerto Sogueros.
El 26 de octubre de 2023, el gobierno actual, que ganó las elecciones el 28 de mayo del pasado año, aprobó un acuerdo por el que limitaba los usos en: Plaza Huerto Sogueros, plaza Mayor, plaza Isabel la Católica y plaza Mª Agustina.
Los decretos restringen el tipo de actividades que se realizan en estos espacios públicos. Autorizan la realización de eventos de carácter social, cultural, informativo, económico, deportivo y ocio, pero siempre que se consideren de interés para la ciudadanía. En consecuencia, todos aquellos que estén organizados por entidades sociales, culturales o vecinales; que estén promovidos por el ayuntamiento o con los que colabore la entidad municipal. Lo que quiere decir, también, que para poder realizar estas actividades hay que pedir permiso expreso al ayuntamiento.
Además, no se podrán instalar equipos generadores de suministro eléctrico, ni altavoces o mecanismos que amplíen el sonido. En el caso de que se conceda permiso, un programa que conlleve música o ruido no podrá prolongarse después de las 19:00 horas.
El decreto se aplica con carácter anual excepto en Fiestas de la Magdalena y Navidad. Y en cualquier caso está sujeto a que se solicite permiso municipal y a que los organizadores hagan frente al pago de los tributos que correspondan a la ocupación de ese suelo público.
En resumen, que las actividades de La Cosa Nostra se encuentran totalmente limitadas a lo que organicen dentro de su local, pero no podrán sacarse al exterior, y menos si se producen quejas de los vecinos. Y eso, no ha gustado nada a la Asociación.
En estos casos, el ciudadano o asociación perjudicada puede recurrir el acuerdo, como ya ha ocurrido, pero el ayuntamiento se mantuvo en sus trece. Y presentar, en su caso, un recurso de reposición, como ha sido ahora el caso. Pero la decisión de la Junta de Gobierno pone fin al litigio por la vía administrativa municipal.
¿Caben otras medidas? Sí, pero ahora ya la Cosa Nostra o las asociaciones que los respaldan deberían dirigirse ya a los tribunales de Castellón por la vía del Contencioso Administrativo… y eso ya cuesta dinero y no se resuelve en dos días.
Para el ayuntamiento, la decisión está clara; además, está convencido de que es la única manera de poner fin al enfrentamiento entre los vecinos y la Cosa Nostra. Cabe recordar, que antes de Magdalena ya intervino la entidad municipal para poner fin a una actividad de carácter feminista que no contaba con permiso y además, incumplía la normativa con la música y los altavoces.
El pasado 2 de marzo, en el inicio de las fiestas de la Magdalena, la plaza se convirtió en un polvorín cuando un grupo de personas penetró en ella con bates y objetos contundentes con los que agredieron a los miembros y seguidores de La Cosa Nostra. El incidente llegó a mayores con heridos, alguno de ellos muy grave, y la posterior detención de cinco personas, tres de las cuales fueron puestas a disposición judicial.
El equipo de gobierno, que condenó estas agresiones, lo tiene claro, la normativa está para que se cumpla y no están dispuestos a ceder un palmo. En su rechazo del recurso de reposición, la entidad municipal afirma que “No se considera que estas medidas sean discriminatorias ya que se trata de limitaciones adoptadas atendiendo a las quejas vecinales por molestias y a las reducidas dimensiones de la plaza (671 metros cuadrados).
Afirma también, que “Se trata de criterios objetivos, justos y proporcionados, de aplicación igual o similar en el resto de las plazas reguladas por el acuerdo recurrido, tendentes a mejorar la actual situación en la plaza, en la que no se prohíbe la realización de actos aunque si se establecen condicionantes y limitaciones; todo ello con el fin de poder conciliar el derecho al descanso vecinal, protegido por numerosa jurisprudencia europea y estatal en base a los derechos a disfrutar de un medio ambiente adecuado, a la protección de la salud, a la integridad física y moral, a la intimidad y a la inviolabilidad del domicilio”
