Los trabajos de la tubería podrían estar acabas en una semana, solo quedan 10 metros. Luego vendrá la parte del asfaltado y reposición
Las obras para la recuperación del Colector Central de la Marjalería entran en su fase final. Los trabajos han sido complejos, porque ha habido que crear un desvío de la tubería para evitar la zona hundida debajo de las viviendas. La reposición de la tubería, a 10 metros del final, podría estar concluida en una semana. Después vendrán los trabajos de reposición y asfaltado.
Los vecinos de la zona baja de la Marjalería, zona de Bovar, Molinera y Senillar están de enhorabuena. Y no es para menos. El famoso colector central de la Marjalería, que tantos quebraderos les ha causado, estará reparado en breve. Y eso significa, que si se suceden lluvias torrenciales el colector podrá recoger la mayor parte para verterlas al mar. La zona podría inundarse puntualmente, en función de la intensidad del fenómeno, pero esas aguas no se quedarán sobre el terreno hasta pudrirlo, como ha sucedido durante los últimos años.
Por debajo de la zona más baja de la Marjalería hay más de 42 kilómetros de tuberías. Las obras se realizaron en la década de los 70 del pasado siglo para poder desecar los terrenos que se utilizaban para la plantación del arroz. Si esas tuberías resultan dañadas o, como en este caso, el colector central se deteriora y no permite la desembocadura de esa lluvia, el agua inunda los campos, no encuentra salida. Y no es agua que corra por una acequia, es agua estancada que genera mosquitos, que se convierte en veneno, malos olores y hace subir el nivel freático de los terrenos.
Los vecinos de la zona y el Coto Arrocero, encargado de la desecación y de las zonas de riego llevaba casi una década con quejas constantes al ayuntamiento.
Después de revisar la zona y el funcionamiento del colector descubrieron que, algunas de las viviendas construidas en las décadas de los 80 y los 90 habían ejercido una presión desmedida sobre suelo, hasta el punto, de que parte de los cimientos de relleno de uno de los inmuebles habían colapsado el sótano y había quebrado y taponado el colector central.
El Coto Arrocero con un nivel muy elevado de morosos no tenía capacidad jurídica ni económica para hacer frente a la reparación. Pero ese no era el único problema. Los protocolos anti inundación establecidos por el ayuntamiento de Castellón durante la legislatura anterior no permitían siquiera que se pusieran en marcha algunos de los sistemas de bombeos alternativos. Desde la entidad municipal se pretendía priorizar la ‘recuperación’ de la Marjalería como un humeral, y se daba la espalda al hecho de que ahora, se quiera o no, es una zona donde habitan miles de vecinos.
Tras el cambio de gobierno y después de escuchar a los vecinos, el ayuntamiento determinó colaborar con el Coto Arrocero para poder arreglar aquel colector central.
El estudio realizado por el Coto pasaba por realizar un desvío de la tubería, que discurre a cuatro metros de profundidad para esquivar la zona de las viviendas bajo el camino lateral. No era una obra sencilla ni barata. Por ello, el ayuntamiento ha colaborado con el Coto para poder financiar la operación.
El concejal de Urbanismo e Infraestructuras en el Ayuntamiento de Castellón, Sergio Toledo junto con el diputado provincial de Ingeniería Interna, Transición Ecológica, Energías Renovables y Medio Natural, José María Andrés, el presidente del Coto Arrocero, Isidro Salas y representantes de la empresa Jujosa, encargada de estas obras visitaron la reparación.
Ahora los trabajos entran en su recta final. Desde el Coto Arrocero calculan que apenas quedarán 10 metros de tubería para reponer, por lo que esperan que esta fase pueda estar finalizada en una semana. Claro que después habrá que reponer los otros servicios, camino, terreno, asfaltado… por lo que, ha indicado el concejal de Urbanismo, Sergio Toledo, lo que sí que es seguro, es que las obras puedan estar completadas a principios de mayo.
Con la puesta en marcha del colector se podrá recoger el exceso de agua que acumulen los terrenos, y eso tendrá a su vez otra consecuencia… puede que haya mosquitos este verano..., pero no los miles de insectos que estos años han hecho su agosto sobre los vecinos de la Marjalería
El concejal de Urbanismo, Sergio Toledo, manifestaba tras visitar la zona: “Con esta actuación cumplimos nuestro compromiso con los vecinos de la Marjalería y les damos la solución a los problemas de inundaciones sin resolver que venían padeciendo durante años, ya que el gobierno anterior no fue capaz de actuar por falta de voluntad política”, asegura el edil. Los vecinos de la zona llevaban casi cinco años reclamando soluciones porque cada vez que llueve de manera intensa se les inundan sus parcelas y viviendas.
Las obras de reparación de la tubería, “que no conllevan coste directo para los vecinos”, recuerda Toledo, implican además el cambio del motor y de la bomba y tienen un coste total de 265.126,73 euros. Una actuación conjunta del Coto Arrocero junto al Ayuntamiento de Castellón y la Diputación Provincial en la que asumen cada parte un tercio del coste de la obra.
