El buen albinegro recuerda hoy aquella mágica fecha del 29 de junio de 1973 cuando el Castellón alcanzó la final de la Copa del Generalísimo. Sin duda alguna el hito más importante de este club de la capital de la Plana que en breve cumplirá los 92 años de historia. Sigue adelante esta entidad que atraviesa los peores momentos de su historia. Lo importante es que el corazón sigue latiendo a pesar de que más de uno lo ha intentando estrangular.
F. F.
Aún son muchos los seguidores del Castellón que recuerdan aquella mágica tarde del 29 de junio de 1973 cuando el equipo de la capital de la Plana disputó su primera y única final de la Copa del Rey (entonces del Generalísimo). De hecho, es el único club de la provincia que ha llegado tan lejos en este torneo. Pero una inmensa mayoría de esa marea albinegra no lo recuerda porque aún no había nacido. Y por eso va bien refrescar la memoria, porque de lo que hoy en día es el Castellón muy poco o nada tiene que ver a aquel modélico club que estuvo once campañas en Primera División, o que vivió momentos de esplendor en esa década de los setenta.
Aquel Castellón finalista de la Copa del Generalísimo estaba presidido por el gran Emilio Fabregat Fabregat, y entrenado por un clásico como Lucien Muller. Esa gran temporada 1972-73 puso broche final con la disputa de dicha final, contra el equipo copero por excelencia como ya era el Ahtletic, en el Vicente Calderón, que acabó con derrota 2-0. El equipo salió temeroso, con dudas, muy responsabilidades y acabó siendo presa fácil por los leones de San Mamés. Eso sí, se calcula que quince mil 'orelluts' no dejaron de animar a su equipo a orillas del Manzanares.
Aquel Castellón que en dieciseisavos de final eliminó al Real Valladolid, en octavos al Valencia (en la capital del Turia con gol de Planelles en la prórroga), al Real Betis en cuartos de final y al Sporting de Gijón en semifinales, llegó a la gran final y la perdió ante el Athletic, por 2-0. En ese partido jugado un 29 de junio de 1973 el conjunto de la capital de la Plana entrenado por Lucien Muller jugó con Corral, Cela, Babiloni, Figueirido, Óscar, Tonín Ferrer (sustituido por Cayuela), Del Bosque (sustituido por Ortuño), Clares, Planelles y Félix.
Ahora, 41 años después de aquella histórica fecha, el Castellón atraviesa el peor momento de su larga y extensa historia. Por cuarta temporada en Tercera División, con una deuda superior a los 7 millones de euros, a punto de entrar en concurso de acreedores, con más indiferencia de la esperada por un buen sector del albinegrismo y con un mutismo preocupante por parte del actual presidente Davis Cruz, que de estar en primera línea de todas las operaciones a estar desaparecido en combate, y con casi todo en contra en la provincia de Castellón.
