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sábado, 5 de octubre de 2024 | Última actualización: 18:30

No a la Comisión de Ramírez, sí al informe del doble topónimo y mucha gresca

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Pleno electoral: Denuncias, investigados, las ‘mentiras de Pinocho’ y ‘matices’ en el lenguaje: del fango a ‘la mierda’ y al ‘pompis’

Pleno ordinario del Ayuntamiento que se convirtió en una batalla electoral con grescas y acusaciones que también se salpicaron con la actualidad nacional. Rechazada la Comisión contra Ramírez, al que PSOE denuncia por presunto fraude y tráfico de influencias; Ribes investigado; y aprobado el informe del doble topónimo. Muchas salidas de tono y hasta ‘matices’ con el lenguaje: de ‘la mierda’ al ‘pompis’ y al 'Pinocho'.

La campaña electoral del 9J desató un pleno bronco, con muchas salidas de tono, acusaciones, denuncias, grescas y alusiones de las que pocos se libraron. El Grupo Compromís y algunos concejales del PSOE llegaron ataviados con camisetas de color verde con una cuatribarrada catalana, donde podía leerse: ‘La llengua no se toca’. Alusiones al ‘verde de Castellón’ y a las discrepancias sobre el topónimo de la ciudad.

La concejala de VOX, Arantxa Miralles también vestía una camisa verde, pero ella negaba formar parte del colectivo de las dos agrupaciones de izquierdas. Lo suyo era verde de la ciudad y punto.

No se esperaba un pleno largo, al menos por los puntos del orden del día, pero la cercanía de las Europeas dieron alas a los concejales para pedir debate en casi todos los puntos para poder evidenciar en público las diferencias de colores como alternativas en la votación.

De esta manera, se debatió el punto sobre el Plan de Uso del Agua Regenerada, que luego se aprobó por unanimidad. Aunque los puntos más polémicos ya venían ‘recalentaditos de casa’.

Las multas de Ramírez, la denuncia del PSOE y la investigación de Ribes

Uno de ellos era la petición de Compromís, respaldada por el PSOE, para crear una Comisión de Investigación sobre las multas del concejal Ramírez.

La primera denuncia del PSOE y el escándalo mediático

Tal como ha relatado ya este periódico en numerosas ocasiones, el origen de este caso se produjo a principios de año. Por casualidad o por 'denuncias' o por chivatazo' de los vecinos de la calle, el Grupo Municipal Socialista descubrió que la aplicación Municipal de la Ora tenía una herramienta para consultar el ‘histórico’ de datos y sanciones de los usuarios… pero en contra de lo permitido por la ley, el usuario no solo podía consultar sus propios documentos sino también los de terceros con solo introducir su matrícula.

De esta manera, el Grupo Municipal Socialista descubrió que el concejal de Movilidad tenía una larga, larga lista de multas por aparcar en zona azul que sobrepasaba las 130 en solo un año… y la mayoría de ellas impagadas.

Castellón Información pudo comprobar esta información de la aplicación que horas después ya no permitía el acceso a los datos. Pero mientras, el PSOE había encontrado un filón, todavía más grave puesto que, además, el infractor era el concejal de Movilidad y algunas de las sanciones se referían ya a la época en la que ya había asumido esta responsabilidad.

Ambos grupos, Compromís y PSOE solicitaron el cese del concejal, las explicaciones a la alcaldesa, y toda la documentación sobre el caso.

Las disculpas de Ramírez y los certificados del pago de las multas

En un pleno extraordinario, el concejal Ramírez aguantó el chaparrón, reconoció su culpa, pero también mostró certificados de varias entidades como Recaudación o la Ora de que ya se había puesto al día y había pagado todas sus sanciones, las notificadas y las que ya tenía pendientes de notificación.

Ahora bien, quedaron algunas cosas por clarificar. En principio parecía que las multas que Ramírez había pagado eran muchas menos de las infracciones que supuestamente había cometido… al menos por lo que indicaba el 'histórico' de la Ora

Y desde entonces, tanto PSOE como Compromís fijaron su mirada en este caso. Cabe señalar también, que aquel mismo día del pleno, Ramírez presentó una querella contra Jorge Ribes, anterior concejal de Movilidad del PSOE, por incumplimiento de la Ley de Protección de Datos

Pero sea que los datos no les cuadraban o que la patata era demasiado calentita para dejarla pasar, PSOE se quejó de que no se le había proporcionado toda la documentación y se quejó al Síndic de Greuges. El Síndic reclamó la información al Ayuntamiento y, finalmente, tras recibirla, archivó el tema.

Por esta razón Compromís solicitó la apertura de una Comisión de Investigación sobre el comportamiento y las multas de aparcamiento del concejal del PP.

PP y VOX rechazan la Comisión

Pero la Comisión de Investigación solicitada por Compromís no ha salido adelante porque ni PP ni VOX la han apoyado. El concejal Sergio Toledo del PP ha manifestado en el pleno, que se han solicitado certificados a todos los organismos habidos y por haber que certifican que Ramírez está libre de deudas y de impagos.

No ha sido suficiente para Compromís, que ha calificado al PP como una ‘mafia’ en la que la familia se guarda las espaldas. PSOE ha ido más lejos, su golpe de efecto ha sido anunciar que habían puesto toda la información en manos de la fiscalía para que inicie una investigación ante un posible fraude y tráfico de influencias.

Y en respuesta a todo esto, el PP ha puesto al descubierto, que el juzgado ya ha iniciado la instrucción de la querella de Ramírez contra Ribes, que ya ha sido llamado a declarar el 2 de julio, como ‘investigado’. Y para poner la guinda al ambiente, Ortolá ha sacado a relucir las acusaciones contra la mujer del presidente del Gobierno.

Y Toledo ha tocado a Compromís donde más le dolía: "Nosotros nos apoyamos entre nosotros, no como hicieron ustedes contra Ali Brancal"

En resumen, mucho ruido y pocas nueces, al tiempo que la alcaldesa acusaba a la oposición de judicializar la vida política, y de ‘pasarse’ con sus denuncias ante la Junta electoral durante la última semana.

'La mierda', 'el Pompis', el fango y las amistades peligrosas de Sánchez

También se lio en un punto tan inocuo como la “Proclamación por designación de los dos miembros del Consejo Escolar en representación de las asociaciones vecinales”.

En este caso fue el concejal de VOX, Alberto Vidal el que tomó la palabra para presumir de lo bien que lo hacían ellos que iban a todas partes y cumplían con su responsabilidad… Y ya puestos, soltó algunas lindezas, como que no le extrañaba que el PSOE no fuera amigo de Israel, porque su oposición era francamente destructiva. De Compromís, dijo que, aparte de vivir en el mundo de catalanilandia, realizaban mejor trabajo que los socialistas. Para añadir: “Señores del PSOE, dejen de meter mierda y pónganse a trabajar”.

¡Y caray! el juego que dio la palabra mierda. Inmediatamente la portavoz del PSOE, Patricia Puerta, protestaba por el lenguaje a la alcaldesa. Carrasco le quitó importancia desde el estrado, y tras un cruce de palabras la cosa no fue a más… de momento.

Porque luego, Patricia Puerta, portavoz del PSOE, señaló al equipo de gobierno: “Si para ustedes vale todo, para nosotros también, y tengan cuidado con a la cantidad de advertencias que han recibido de la Junta Electoral. La soberbia es muy mala compañía”.

¡Para qué queremos más! Sales, tomó la iniciativa para culpar al PSOE de la avalancha de las denuncias presentadas en la Junta electoral; denuncias que se realizan sobre todo y sobre todos, hasta sobre las reuniones de trabajo, que han llegado a poner en peligro el Festival del Viento del próximo fin de semana. Y no contento añadió, que incluso, cuando el PP presentó alegaciones, el PSOE había insistido para que el Festival no se celebrara. Más fino que su compañero de VOX, Le dijo a Puerta: “y se han quedado con ‘el pompis’ al aire”.

Patricia Puerta protestó, "está mintiendo", dijo desde el estrado, a lo que la alcaldesa respondió que el festival estaba presentado desde el mes de enero en Fitur, “Si también ustedes apoyan el festival ¿por qué lo denuncian?”. Y Puerta respondió, por las fechas, estamos en campaña electoral…

Y bueno, Carrasco intentó explicar que se trata de un acto organizado por una entidad privada para inaugurar la temporada de Playas… Pero Puerta insistió: “Dígale a su portavoz que no mienta”.

El doble topónimo de Castellón

Y con la sesión ya subidita de tono llegó la aprobación del informe del catedrático a favor de recobrar el doble topónimo de la ciudad: Castelló/Castellón.

El primero en intervenir fue Ignasi Garcia de Compromís, que cuestionó la capacidad del autor del documento, y cómo otro estudio firmado por filólogos de la UJI lo habían rebatido en su totalidad. Y añadió que, incluso el técnico municipal se había posicionado en contra de ese informe. “El informe de Santiago Fortuño no está escrito en Valenciano ni en Castelló”.

Antonio Ortolá de VOX pidió la palabra y subió al estrado.

Al momento, los concejales de la oposición levantaron todos carteles en los que se leía “El nom és Castelló”.

La alcaldesa les recriminó porque aquello era una falta de respeto hacia la persona que tenía la palabra y que ellos, como concejales no deberían mantener esta actitud…

Sobre este particular, el portavoz adjunto del PSOE, José Luís López señalaría después, que el PP si exhibía carteles de protesta cuando estaban en la oposición y nadie les recriminó nada. Para añadir luego “No llamaré Pinocho a Sales, porque tengo más educación que él”.

Los mismos argumentos que en 2017 para recuperar la 'n'

El debate del topónimo no hizo sino repetir argumentos que ya se habían sucedido en otras ocasiones y en el mismo salón de plenos.

Para Ortolá, de VOX, La Generalitat en 1982 reconoció el bilingüismo de la Comunitat y el derecho a expresarse en las dos lenguas oficiales del territorio.

Y sin venir mucho a cuento recordó la resignificación de la Cruz del Ribalta en el pleno del ayuntamiento celebrado en 1979, que luego la coalición de izquierdas atacó y consiguió desmontarla del lugar original, en el parque donde estaba ubicada.

Para Ortolá, el gran problema, es que la oposición, los concejales de izquierda no respetan ese bilingüismo , utilizan la lengua para separar en buenos y malos, y para convertir en ‘extranjeros’ a quienes no dominen esta lengua: “odian la libertad lingüística. La ciudad que puede denominarse de las dos maneras, vuelven a conseguir que el castellonense que no hable castellano se sienta extranjero en su propia ciudad. No es más valenciano el que más lo habla sino el que tiene más arraigo, ama su tierra y la defiende”.

José Segura, por el PSOE, defendió el derecho a hablar en valenciano, y el topónimo valenciano de la ciudad, con la recuperación de la historia y la tradición. Culpó a la alcaldesa de cuanto está ocurriendo cuando en 2017 los expertos respaldaron que la capital de la Plana recibiera solo su nombre en Valenciano”. También manifestó que la medida de recuperar el topónimo en castellano no es sino una forma de beneficiar a los de siempre, los más ricos.

Vicent Sales, portavoz del PP se centró en el informe del catedrático Santiago Fortuño, su preparación y el derecho de la ciudad a su doble topónimo. En su discurso, Sales se refirió a las normativas y derechos reconocidos por la ONU.

Pero este era un debate estéril. Para la oposición, recuperar el nombre en Castellón de la ciudad significaba odiar la lengua y las tradiciones. Para el gobierno, era solo la forma de recuperar una libertades que los castellonenses perdieron cuando gobernaba la coalición de izquierdas.

Y al final de muchos dimes y diretes, y de que Garcia pidiera que se adjuntara también el informe de la UJI, se votó y se aprobó por mayoría el informe que respalda la recuperación de la ‘n’ en el nombre de la ciudad.