Restaurantes de la céntrica calle, en la que comenzarán los trabajos la próxima semana, cerrarán por ‘vacaciones forzosas’ un mes antes de lo habitual ante la dificultad de continuar con su actividad
Hosteleros del centro de Castelló adelantan este verano sus vacaciones por descanso ‘forzoso’. Algunos de los restaurantes ubicados en la calle Temprado, uno de los puntos neurálgicos del ocio y la gastronomía local, cerrarán durante los meses de julio y agosto ante el inminente inicio de las obras de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
Los trabajos en este céntrico vial comenzarán la próxima semana y está previsto que se prolonguen hasta principios del mes de septiembre. Es por ello que los propietarios de restaurantes y bares de la zona se han visto ‘forzados’ a cerrar sus negocios un mes antes de lo habitual durante la estación estival.
Una de las razones radica en la idiosincrasia de esta calle, que cuenta con un gran número de terrazas que en muchos casos suponen hasta el 50% del volumen total de la clientela. Los trabajos imposibilitarán que los establecimientos puedan utilizar este espacio exterior, pues el proyecto consiste en la creación de una plataforma única para dejar a la misma altura la acera y la calzada.
Por ello, algunos han optado por bajar la persiana antes de lo previsto. Es el caso de la popular taberna japonesa Izakaya o Le Bistrot Gastronómico, que cerrarán el 30 de junio y reabrirán el 13 de septiembre. También El Tapón dejará de prestar servicio a partir del mes de julio.
Sin embargo, no todos los negocios pueden permitirse un cierre prolongado de 60 días. Restaurantes como Saboritja o Estraperlo advierten que intentarán adaptarse en la medida de lo posible a la actividad de las obras y esperan poder trabajar con normalidad hasta el 1 de agosto. “Mantendremos abiertos hasta que podamos”, subrayan. Y ello depende, en buena medida, de la respuesta de los usuarios.
Por su parte, el restaurante Fum y la terraza Estraperlo Kalea (que no gozan de zona de terraza a pie de calle) permanecerán abiertos, por el momento, hasta el 15 de agosto.
Los beneficios: montaje de terrazas, mejora de la imagen y eliminación de la zona de carga y descarga
Si bien es cierto que estas obras, que afectan a 745.000 metros cuadrados de superficie de la ciudad, implican pérdidas que algunos de los negocios de la zona cifran en más de 20.000 euros, a largo plazo redundarán en un beneficio para los hosteleros.
La facilidad a la hora de realizar el montaje de las terrazas es una de las ventajas que destacan, pues al crear una plataforma única ya no será necesario instalar las pesadas tarimas, lo que supondrá un ahorro de tiempo para los trabajadores.
Asimismo, los hosteleros celebran que los trabajos mejorarán la imagen de esta céntrica calle que precisaba de un ‘lavado’ de cara, dotándole de un carácter más moderno y aumentando visualmente el espacio de la zona.
Los trabajos de la ZBE también supondrán la eliminación de las zonas de estacionamiento y, en concreto, la zona de carga y descarga. Una buena noticia para los hosteleros pues, según comentan, este espacio (en el que tan solo se puede estacionar de 8.00 a 11.00 horas) es utilizado de manera recurrente como aparcamiento por parte de algunos conductores, lo que imposibilita el montaje de las terrazas y, en consecuencia, implica un retraso en la apertura al público.
¿Cómo quedará la calle Temprado tras las obras?
Tras la reforma de la calle Temprado, las mesas y sillas de las terrazas se concentrarán todas en el mismo lado que será en la acera de enfrente a los establecimientos, pues el carril de aparcamiento desaparece.
Los residentes tendrán el acceso permitido, aunque los cortes al tráfico darán comienzo a las 7.45 hasta las 18.30 y el acceso será limitado en ese tramo.
Cabe destacar que, al margen de los trabajos que contempla el proyecto de la ZBE, se realizarán actuaciones necesarias en materia de alcantarillado para resolver los problemas en el desagüe producidos por el mal estado de las tuberías.
