Los vecinos están contentos: Por primera vez en 50 años el barrio de San Agustín y San Marcos no se inundó con el último temporal
La alcaldesa de Castellón ha presidido esta mañana la recepción de la obra del colector del Barranco del Sol a su paso por el barrio de San Agustín y San Marcos. No es la solución definitiva, pero alivia mucho la situación de la zona. La prueba de fuego se desarrolló durante el último temporal de lluvias, en la que San Agustín y San Marcos, no se inundó por primera vez en 50 años.
El colector de pluviales del Barranco del Sol funciona, y ha conseguido evitar las inundaciones del barrio de San Agustín y San Marcos durante el último temporal de lluvias, por primera vez en 50 años.
El proyecto fue redactado en 2019, y comenzó a ejecutarse con el gobierno anterior. Mientras se desarrollaban las obras se introdujeron cambios. Entre ellos, canalizar, a distinta altura, y de forma independiente el alcantarillado de la zona, de la zona deportiva del barrio, para separar las aguas pluviales de las fecales, y la sustitución de los cajones iniciales por cinco tuberías, para laminar mejor el fluido de la escorrentía del barranco.
Encauzamiento, no. Canalización o colector de pluviales
Esta mañana se ha realizado la ‘recepción de la obra’, que es el procedimiento por el cual se declara concluida la ejecución del proyecto y se entra oficialmente al Ayuntamiento.
La firma se ha realizado en el barrio San Agustín y San Marcos, donde está situada la infraestructura del cajero de entrada, que por sus dimensiones y configuración son el detalle que más impresiona. Porque a partir de ahí, el agua discurre por una tubería por debajo de una calzada asfaltada y no es visible desde la superficie, salvo por las rejillas de filtración situadas cada pocos metros.
En torno al barranco del Sol hay un problema ‘semántico’ que conviene explicar con mayor claridad por las confusiones que se han producido durante las últimas semanas.
No es una obra de encauzamiento, como han referido o todavía repiten algunos. No puede serlo, porque el barranco discurre por suelo urbano, y el ayuntamiento no puede actuar sobre el cauce, que pertenece a la Confederación Hidrográfica del Júcar. Pero si es una ‘canalización’ para que las aguas que antes pasaban sobre la superficie de la calle lo hagan ahora por debajo, con un colector.
Como ya ha publicado Castellón Información, durante décadas el ayuntamiento intentó sin éxito que la Confederación le permitiera encauzar ese barranco para sacarlo de zona urbana… sin conseguirlo.
Si la CHJ prohibía el encauzamiento del barranco del Sol, no lo hacía por capricho, sino porque, el cauce del Río Seco al que vierten las aguas del Barranco del Sol, estaría al máximo de su capacidad. Por lo tanto, para poder encauzar el Barranco del Sol era preciso, primero, incrementar el caudal del Río.
Sin embargo, lo que planteó el proyecto realizado por el ingeniero para el ayuntamiento, en 2019, no era encauzar el barranco, sino prolongar las obras de canalización que realizó en su día la Confederación Hidrográfica del Júcar cuando se planificó el túnel de la vía. Unas obras que, en teoría, debían recoger un caudal de 20 metros cúbicos, aunque nunca llegaron a funcionar como tocaba.
Este proyecto planteaba una infraestructura que recogiera esos 20 metros cúbicos con un punto de entrada suficientemente amplio y protegido, para después canalizar las aguas a través de un colector que discurriera por debajo de la avenida, en el barrio de San Agustín y San Marcos, para enlazar después con el aliviadero al río Seco que se construyó cuando se hizo la Ronda Norte. Y aquí sí que la CHJ dio el visto bueno.
Por lo tanto, no es un encauzamiento… y podría ser una canalización, aunque la CHJ solicitó que el nombre del proyecto se modificara para evitar confusiones, y se refiera a esta actuación como un ‘colector de pluviales’.
Una solución definitiva para el Barranco del Sol requeriría otro tipo de actuaciones que, en su momento se recogieron en un protocolo de intenciones, firmado en el 2022, pero que no obligaba ni jurídica ni económicamente a las partes.
Sea como fuere, las últimas lluvias torrenciales demostraron que el colector de pluviales funciona. El barrio no se ha inundado y las zonas donde antes se acumulaban aguas y barros con todo tipo de residuos, y que llegaban a imposibilitar la entrada de los niños en el colegio, han filtrado el agua sin acumulaciones.
Ahora bien, en cumplimiento de las directrices de la Confederación Hidrográfica, el cauce natural del barranco en San Agustín y san Marcos ha sido delimitado por piedras para evitar el estacionamiento de vehículos por razones de prevención. En el caso de que las lluvias torrenciales superaran la capacidad del colector, volverían a discurrir en superficie por el antiguo barranco.
Aunque la firma de la recepción de la obra ha sido realizada por el concejal de Urbanismo, Sergio Toledo, la alcaldesa de Castellón, Begoña Carrasco también estaba presente, como lo estaba también el presidente de la asociación de Vecinos de San Agustín y San Marcos.
Y es que, puntual o no la solución, hoy ha sido un día muy especial para los vecinos que llevaban años reivindicando soluciones para la zona, como ha destacado la alcaldesa de Castellón, Begoña Carrasco.
Los desencuentros entre el Ayuntamiento y la CHJ
Con todo, quedan por resolver los 'desencuentros' entre el Ayuntamiento de Castellón y la Confederación Hidrográfica del Júcar.
El protocolo de intenciones firmado en abril de 2022 por el anterior equipo de gobierno establecía un reparto de funciones y de voluntades. Aunque no obligaba a las partes ni comprometía inversiones de ninguno de los dos organismos, se concluyó que, se podría llegar a una solución definitiva para los barrancos de la zona norte de Castellón. Y todo ello pasaba por incrementar la capacidad del río Seco. LA CHJ se atribuía la inversión para recrecer los márgenes del río, y el ayuntamiento, a su vez, la modificación de la desembocadura.
Pero, aparte del protocolo, que las autoridades municipales actuales mantienen que les resulta desconocido a ellos y a los técnicos, no se establecieron plazos; no se comprometieron inversiones en partidas concretas. Y tampoco se incluyó la modificación de la desembocadura en el proyecto de Ferrandis Salvador, porque Castellón se hubiera quedado sin los fondos europeos para su remodelación...
Así las Cosas, la CHJ está a la espera de que el ayuntamiento haga o le diga. El ayuntamiento, afirmaba el portavoz, hace lo propio porque ya respondió a la CHJ pero tampoco tiene respuestas de este organismo... y da la sensación de que ninguna de las partes están por la labor de hacer nada. ¿Será que no hay recursos suficientes por ninguna de las partes?
