No hay palabras para describir la tragedia ni para consolar a las víctimas. Solo podemos acompañarlas en su duelo y ayudarlas. Las imágenes dantescas y los testimonios de desolación que vemos y escuchamos nos encogen el corazón y nos dejan en silencio.
Ante una catástrofe sin precedentes y ante el sufrimiento de nuestros pueblos vecinos de Valencia, de su gente, hemos vuelto a ver la mejor cara del ser humano. Resulta conmovedor observar el llamado ya puente de la solidaridad con miles de personas dispuestas a ayudar, a limpiar barro, a quitar enseres, a llevar comida o a acompañar a quien lo necesite.
También es emocionante y todo un orgullo para esta alcaldesa ver a centenares de almassorins donando productos de primera necesidad para tejer una cadena de solidaridad que ya une Almassora con los pueblos afectados por este terrible temporal. Unos lazos que ya son inquebrantables.
Pocos minutos después de comunicar que la comisaría de la Policía Local estaría disponible las 24 horas del día para recoger comida, mantas, ropa, productos higiénicos, botas de agua… empezaron a llegar montañas de bolsas y cajas y también lo hicieron voluntarios, personas dispuestas a ir con sus furgonetas a los municipios afectados, y vecinos dispuestos a formar cadenas humanas para clasificar y cargar los convoyes.
Gracias, gracias y millones de gracias a todos ellos, porque ante la adversidad nace el mejor de los sentimientos, ese de cariño, empatía, hermandad y solidaridad. Y ese sentimiento será el que nos permitirá a los valencianos afrontar una desgracia de consecuencias impredecibles.
Mi agradecimiento más sentido también a nuestra Policía Local, a los hombres y mujeres que no han dudado en acudir al socorro de aquellos que lo necesitan, de manera voluntaria y siempre bajo la coordinación de sus compañeros de la zona afectada. Para ello, rubriqué de inmediato el decreto de alcaldía necesario para ello.
Sé de su compromiso y sacrificio, por eso les honra su labor entregada pensando en aquellos que peor lo están pasando.
Somos una gran tierra, la ‘millor terreta del món’, y juntos, siempre juntos, intentaremos salir adelante, aunque el camino sea duro y doloroso.
