Juan Teodoro Vidal. Químico.
Dualidades:
*Deseos—Realidad
*Trabajo—Ocio
*Ideales—Necesidades
Nuestra realidad está alejada de nuestros deseos, que casi nunca se cumplen, y a veces es peor si se cumplen porque luego no nos gusta el resultado.
Cuando trabajamos deseamos que lleguen las vacaciones para dedicarnos a actividades de ocio, que nos diviertan y nos distraigan de nuestras obligaciones.
Los ideales que nos imaginamos en la juventud chocan de frente con las necesidades a satisfacer. Se mantienen como una conciencia de fracaso, al no haber podido alcanzarlos.
¿Por qué esa dualidad y ese descontento?¿No sería mejor hacer deseable nuestra realidad, asumir las obligaciones como algo natural y desechar ideales que solo conducen a sentirse mal?
La dualidad subyacente es más o menos {deseos=buenos, realidad=penosa}, {trabajo=forzoso, ocio=agradable}, {ideales=objetivo, necesidades=lastre}.
Pero ¿Por qué percibimos la realidad como incompleta de acuerdo a nuestros deseos?¿Qué tiene de malo trabajar y de agradable no sacar partido de mi tiempo libre?¿No es más lastre tener que seguir unos ideales?
Bastaría con reducir deseos para que nuestra realidad se ajuste a ellos. Es posible sacar diversión del trabajo y aprovechar el tiempo libre. Se requiere una limpieza de ideales que, en general, cumplen una misión en la adolescencia, facilitando el desarrollo de la personalidad, pero luego solo son fuente de frustración.
Reducir deseos es una forma estética y simple para evitar tener que acudir a satisfacer un número insoportable de estímulos. La mayoría de nuestros deseos no sirven para nada, excepto para incrementar nuestras penas. Casi todos cuestan dinero, que hay que ganar continuamente. Si además no nos gusta el trabajo... se convierten en un círculo vicioso. Mejor desear menos y conformarse con lo realmente necesario.
Los cambios de trabajo que suelen ser causa de estrés, tomados como experimento pueden ser divertidos. No hay leyes que impidan sacar satisfacción del trabajo. Analizar el fin de mi trabajo, permite orientar los actos y decisiones para cumplir mejor los objetivos, que es condición necesaria para tener satisfacción por los resultados obtenidos. Así mismo ¿qué ley me impide aprovechar también mi tiempo libre para estar más preparado para mi trabajo? No necesariamente estudiando, quizá baste solo con averiguar cómo no perder oportunidades de reforzar puntos débiles o suplir carencias.
En cuanto a los ideales, generalmente fueron ideados por otros, en un momento anterior de sus vidas y, o bien han servido (a otros) para sacar partido (dinero, poder), o bien han sido ya abandonados por ellos mismos. La mayoría de las grandes catástrofes provocadas por la humanidad se han producido por seguir, masivamente, los ideales de otros: las guerras de religión y de creencias, los sometimientos de pueblos enteros por medio de imponer ideales.
En resumen: hay que evitar la dualidad cotidiana, el odio al trabajo incluida su variante de “desconectar” durante las vacaciones, los deseos desmedidos de cosas inútiles y seguir ideales por más tiempo que el que han sido útiles. Pero esto mismo no puede convertirse en un ideal...