Un RD del 12 de noviembre establece las fórmulas legales para poder cuantificar, presupuestar y justificar los gastos destinados a estas operaciones
El Ayuntamiento de Castellón ha aprobado esta mañana cómo concretar las ayudas destinadas a los damnificados de la DANA de Valencia. Un Real Decreto publicado el pasado 12 de noviembre en el BOE establece las fórmulas más adecuadas, de forma que el dinero público pueda cuantificarse, presupuestarse y ajustarse. De esta manera, las ayudas institucionales tendrán que proporcionarse en ‘servicios’ y en ‘especies’ acordadas con los ayuntamientos afectados.
Un Real Decreto publicado por el Boletín Oficial del Estado, el pasado 12 de noviembre, modificaba uno de los artículos de una Ley de 1985, que afecta de forma directa a las instituciones, en la forma en que deben canalizar sus ayudas en casos como el de la DANA de Valencia del pasado 29 de octubre en la provincia de Valencia.
Ojo, este Real Decreto no afecta a los particulares, que pueden colaborar como mejor puedan en un caso como este; bien con donaciones en especies, o con aportaciones de dinero a través de entidades como las ONG que intervienen en estos momentos.
¿Cuál es la diferencia?
La diferencia fundamental se centra, en que la ayuda de un particular es personal, el dinero o la donación de productos se realiza de forma unilateral y no ha de ser justificada después en cuentas oficiales.
Pero no ocurre lo mismo con el dinero público. Cada céntimo de dinero público que manejan las instituciones ha de estar controlado en todo momento. Cuándo y cómo se presupuesta, con arreglo a qué, pero además, posteriormente deberá poder justificar el gasto en su propia contabilidad como en la Sindicatura de Cuentas.
Las consecuencias de la tragedia de la DANA de Valencia han movido muchas conciencias, ha dado pie a una solidaridad enorme, tanto por los ciudadanos particulares como por parte de las instituciones.
En Castellón, Diputación y Ayuntamiento se volcaron desde el primer momento para poder coordinar y ayudar a sus hermanos de Valencia. Pero además de los autobuses, se centraron en la recogida de enseres, alimentos, de ropa, de elementos sanitarios, de cuanto pudieran necesitar, se fletaron autobuses con voluntarios, técnicos y mano de obra, herramientas... Y este comentario se refiere solo a las instituciones sin ánimo de dejar fuera otras iniciativas adoptada voluntariamente por miles de personas en la provincia.
En el pleno de octubre del Ayuntamiento, la Corporación aprobó por unanimidad una partida de 700.000 euros para los damnificados. Diputación hizo otro tanto.
Ahora bien, y aquí es cuando entra en función ese Real Decreto del 12 de noviembre, ¿Cuáles son los procedimientos adecuados que deben de seguir esas instituciones para poder ‘normalizar’ esas donaciones de forma adecuada?
A nadie se le escapa que los procedimientos institucionales están regulados hasta el extremo. Estas instituciones deben cumplir los trámites obligados para poder presupuestar adecuadamente los fondos que se destinan. De qué partida del presupuesto se sacan, cómo se proporcionan, pero también, como se justifican después ante los ciudadanos.
En este sentido existe un problema, no se puede dar a la ligera sin poder justificar ese gasto, por muy necesario que sea, porque si luego nos e puede certificar de donde y a quien, se podría incurrir en delito de malversación.
Y es aquí donde el Real Decreto estima, que la única forma de ajustarse a la legalidad, es poder repercutir la cantidad aprobada en la donación, en servicios o en especies, debidamente acreditados en su obtención y justificados en su entrega.
Este procedimiento pasará, por tanto, porque el Ayuntamiento contacte (como ya lo ha hecho desde el primer día) con los ayuntamientos afectados por la DANA. Por establecer las necesidades más acuciantes, y por poderlas cubrir, de forma casi personalizada, para que esos ayuntamientos que reciben las ayudas también puedan justificar la recepción de las ayudas.
Puede parecer un poco más engorroso, es cierto, pero es la mejor forma de seguir la pista al dinero público que se utiliza para socorrer a los afectados.
Así lo ha explicado esta mañana el portavoz del equipo de gobierno, Vicent Sales a los periodistas, al dar cuenta de los temas aprobados por la Junta de Gobierno de ayer.
La propuesta aprobada en la Junta de Gobierno establece los siguientes pasos:
"Ofrecer a los municipios afectados por la DANA del 29 de octubre de 2024 la colaboración material de este ayuntamiento en aras de coadyudar al restablecimiento de la normalidad".
"Dirigir el ofrecimiento a los municipios afectados, para que ellos puedan manifestar sus necesidades de orden material, tecnológico o de recursos humanos, con la finalidad de poder evaluar las mismas y concretar el alcance de la colaboración del ayuntamiento".
"Recabadas las necesidades, contactar con los municipios para concretar los términos y alcance de las ayudas, en función de la planificación d ellos medios disponibles en base a criterios de eficacia en su atención".
Este procedimiento y sus detalles habrán de comunicarse a la Vicepresidencia Segunda y Conselleria para la Recuperación Económica y Social de la Comunitat Valenciana, presidencia de la Diputación Provincial de Valencia y a la Federación Valenciana de Municipios y Provincias.
También deberá comunicarse a las áreas de gobierno y concejales del ayuntamiento, servicios y departamentos, para que todos ellos propongan acciones de colaboración.
Esta gestión se delega en el titular del área de Gobierno de Ciudadanía y Participación,
Según ha comentado el portavoz del equipo de gobierno, además de la aprobación de la Junta de Gobierno, la fórmula ha sido respaldada por todos los partidos políticos.
Dicho esto, cabe recordar, que además de los servicios cedidos por las instituciones de Castellón, y del Consorcio de Provincial de Bomberos, Policías Locales de todos los municipios, Bomberos de Castellón, Guardias Civiles, Policías y trabajadores portuarios, y otros muchos trabajadores de todos los ámbitos se han sumado a las comitivas de voluntarios para trabajar en las zonas afectadas de la DANA de Valencia, de forma voluntaria, en horas libres y sin sueldo, para poder colaborar en las tareas de limpieza y reconstrucción.
