En la actualidad el coste es elevado y existen pocas plantas, pero hay varios proyectos para poner en marcha
El sector cerámico apuesta por el biometano como fuente alternativa al gas, aunque no de manera inmediata, según asegura desde Ascer, Miguel Nicolás, vicepresidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos.
Desde Ascer, Nicolás ha explicado que, respecto al proceso de descarbonización, siguen en la búsqueda de alternativas que permitan alcanzar una reducción de emisiones de CO2 "a la cual estamos obligados, ya que tenemos un primer hito en el año 2030 y el segundo en 2050 en el que tenemos que tener emisiones cero". Desde el año 2021, las empresas del sector cerámico han conseguido reducir las emisiones en un 30% y desde 2005 hay una reducción de emisiones el 48% “aquí entran factores en los que nosotros hemos podido intervenir, pero sobre todo viene dado por la menor cantidad de metros cuadrados producidos en los últimos años”.
Nicolás ha señalado que “la única alternativa viable al gas, a corto plazo, para reducir las emisiones, es reducir la producción, pero si hacemos esto se destruyen puestos de trabajo”. Y a continuación explica que otras alternativas viables son el biometano, hornos eléctricos, hidrógeno, posibilidad de transformar el CO2 en otro producto y aprovecharlo y apunta que “todo esto no está ahora en nuestras manos”.
La solución más viable en el corto plazo sería el biometano porque la red actual de gas natural es 100% compatible con inyectar biometano en dicha red y nuestra tecnología y a su vez, los hornos de las fábricas del sector son también compatible por lo que se trataría de tener el biometano disponible para inyectarlo en la red. El problema, según Nicolás, "es que hay muy pocas plantas en España de biometano en operación y el coste es actualmente el doble de lo que cuesta el gas".
El vicepresidente ha señalado que hay varios proyectos de plantas de biogás para su construcción "y eso hace que pueda haber gas disponible y esperemos que el precio de ese biogás pueda ser competitivo en unos años" y cuando esto ocurra, pide el uso racional del biogás “que si se promueve se destine parte de esa capacidad a los sectores que no tenemos alternativa al gas en la actualidad, que tengamos un acceso prioritario”.