Sellar una arqueta de manera adecuada es esencial para evitar filtraciones de agua, malos olores y posibles problemas estructurales. Ya sea en el hogar, en instalaciones industriales o en redes de saneamiento, un sellado deficiente puede derivar en complicaciones costosas y difíciles de solucionar.
¿Qué es una arqueta y por qué es importante sellarla?
Una arqueta es un depósito o estructura subterránea y cumple una función crucial en la canalización y distribución de aguas pluviales, residuales o industriales. Se encuentran en redes de alcantarillado, drenajes y sistemas de saneamiento. Su sellado es fundamental para:
- Evitar filtraciones de agua y humedad: Un mal sellado puede permitir la entrada o salida de líquidos, afectando la integridad del sistema.
- Impedir malos olores, moho y bacterias: Las arquetas conectadas a sistemas de alcantarillado pueden liberar gases desagradables si no están bien cerradas.
- Prevenir plagas: Una arqueta mal sellada puede convertirse en un acceso para roedores e insectos.
- Garantizar la seguridad estructural: La infiltración de agua puede erosionar el terreno y comprometer la estabilidad del área circundante.
Materiales necesarios para sellar una arqueta
Antes de comenzar el proceso de sellado, es importante contar con los materiales adecuados. Dependiendo del tipo de arqueta y su función, se pueden utilizar diferentes productos. Los más comunes incluyen:
- Mortero impermeable: Ideal para sellados de larga duración y alta resistencia.
- Masilla o resina de poliuretano: Flexible y resistente, perfecta para juntas con ligeras vibraciones o movimientos.
- Sellador de juntas (silicona industrial o polímero MS): Adecuada para pequeñas fisuras y refuerzos.
- Cementos especiales: Algunos cementos están diseñados para resistir el contacto constante con el agua.
- Tapas herméticas: En ciertos casos, se recomienda el uso de tapas con juntas de goma para garantizar un cierre perfecto.
- Brocha y espátula
- Guantes de protección
- Cepillo de alambre (para limpieza previa)

Pasos para sellar una arqueta correctamente
Inspección y limpieza de la arqueta
Antes de proceder al sellado, es fundamental asegurarse de que la arqueta está limpia y libre de residuos.
- Retira la tapa y verifica el estado general.
- Limpia el interior de la arqueta con agua a presión si es necesario.
- Elimina cualquier residuo de cemento viejo, grasa o suciedad con un cepillo de alambre.
- Seca bien la superficie antes de aplicar cualquier producto.
Identificación de puntos críticos
Examina la arqueta en busca de fisuras, grietas o puntos donde pueda haber filtraciones. Presta especial atención a:
- Juntas entre las paredes y el fondo de la arqueta.
- Zonas con signos de humedad o desgaste.
- Bordes de la tapa y la base de la arqueta.
Aplicación del material de sellado
Dependiendo del problema detectado, elige el material más adecuado.
- Para fisuras pequeñas, utiliza silicona industrial o masilla de poliuretano.
- Para grietas mayores, rellénalas con mortero impermeable o cemento especial.
- Para juntas deterioradas, retira el material viejo y reemplázalo por un sellador flexible.
- Para un cierre hermético de la tapa, usa una junta de goma o aplica masilla de poliuretano en los bordes antes de colocarla.
Comprobación del sellado
Una vez aplicado el material, es importante asegurarse de que el sellado ha sido correcto.
- Deja secar el producto según las indicaciones del fabricante.
- Realiza una prueba de estanqueidad vertiendo agua en la arqueta y verificando que no hay fugas.
- Revisa la tapa y asegúrate de que está bien ajustada.
Problemas y errores comunes al sellar una arqueta y cómo evitarlos
- Superficies sucias o húmedas, no se han limpiado correctamente: La presencia de suciedad y humedad puede impedir la correcta adherencia de los selladores y morteros, reduciendo la efectividad del sellado.
- Fisuras o grietas estructurales: Si la arqueta tiene daños previos, el sellado puede no ser suficiente y requerir refuerzos con mortero impermeabilizante o resina epoxi.
- Aplicar demasiado o muy poco sellador: Un exceso puede dificultar el cierre de la tapa, mientras que una cantidad insuficiente puede dejar huecos.
- Uso de materiales inadecuados o de dudosa calidad: Aplicar selladores de baja calidad o no adecuados para condiciones de alta humedad puede provocar que el sellado falle en poco tiempo. No todos los selladores son resistentes al agua o a los químicos presentes en algunas arquetas.
- Presión del agua o filtraciones previas: Si hay filtraciones activas o presión de agua desde el interior, el sellador podría no adherirse correctamente y fallar rápidamente.
- Mal secado del sellador: No respetar los tiempos de secado recomendados puede hacer que el material se debilite o no cumpla su función correctamente. Algunos selladores requieren varias horas de secado antes de ser sometidos al contacto con agua.
- Desprendimiento del material con el tiempo: Si el sellado no se realiza adecuadamente o si la arqueta está expuesta a condiciones extremas, el material puede deteriorarse y requerir mantenimiento constante.
- Tráfico o presión sobre la arqueta: Si la arqueta se encuentra en una zona de tránsito, puede ser necesario usar materiales reforzados o incluso cambiar el diseño del sellado.
- Falta de revisión periódica: Realiza revisiones periódicas para asegurarte de que el sellado se mantiene en buen estado y prevenir problemas futuros.
Mantenimiento y revisión periódica
Un buen sellado no solo depende de la aplicación inicial, sino también del mantenimiento a largo plazo.
- Realiza inspecciones periódicas cada seis meses.
- Reaplica sellador en caso de desgaste o deterioro.
- Mantén la arqueta libre de residuos y suciedad.
- Asegúrate de que la tapa sigue ajustando correctamente.
Sellar una arqueta de manera correcta es una tarea fundamental para evitar problemas de filtración, olores desagradables y daños estructurales. Aunque para el sellado de arquetas, siempre es recomendable acudir a un profesional especializado.