Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
No sólo produce bochorno y vergüenza ajena; la desfachatez y el cinismo del PP, al intentar presentar como “regeneracionista” lo que no es más que un burdo intento de golpismo municipal, produce indignación. Y también alarma y sensación de peligro ante el involucionismo democrático que está perpetrando la troupe del señor Rajoy y su consiguiente acoso y derribo de las libertades civiles de nuestro país.
Así, tenemos una Ley de Seguridad Ciudadana que, aunque suavizada respecto al disparate del texto inicial, disparate que fue criticado por el propio Consejo de Europa, criminaliza la protesta social y permite detenciones e identificaciones injustificadas y hace posible un mayor número de sentencias injustas.
También tenemos las reformas electorales de Castilla La Mancha, o los proyectos en Murcia o Madrid, que apestan al caciquismo más rancio y a lo peor de la Historia de España. Y tenemos así mismo el cinismo que se esconde en el mantra de la “elección directa de Alcaldes”, que no es otra cosa que falsear las reglas de juego cuando no convienen y cuando la derrota está a la vuelta de la esquina.
Y es que lo que hemos conocido de esa propuesta es contrario a la Constitución, tanto a sus valores (artículo 1.1) como a las reglas de juego (artículo 140 y 141), y sobre todo representa esa tendencia tan típica de la Derecha española de conseguir fuera de las urnas lo que no consigue en las mismas.
De esta manera, lo verdaderamente preocupante es que según encuestas el 70 % de los votantes declarados del PP respalde esa propuesta de que el partido con más votos gobierne, aunque esté lejos de la mayoría absoluta. Y es preocupante pues es indicativo de uno de los rasgos definitorios de esa Derecha sociológica española que ni conoce ni acepta los principios básicos de la democracia o de cualquier sociedad abierta. De ahí que no sean extrañas las tentaciones totalitarias, al más puro estilo estalinista e inquisitorial, con su invitación a las denuncias anónimas hacia los profesores, de los chicos de Nuevas Generaciones de Castellón. No podía ser menos.
Y es que nada hay más alejado del regeneracionismo que esa tradición de la Derecha española que considera que el país es su cortijo y que condena al que no dobla la cerviz ante ellos. De ahí que no engañen a nadie. Ni ellos ni los que pacten con ellos. La época Lampedusiana ya pasó y ya no cuela en nuestro país.
