La actuación de la Conselleria de Infraestructuras se quedará en el reasfaltado de 800 metros de carretera y olvida el tramo que conecta con la CV-14, que está en peor estado y tiene una longitud de 2,2 kilómetros. El alcalde ha trasladado la exigencia de rectificación y que se acondicione el tramo de la Teuleria, aprovechando que las máquinas están en la zona. Estas actuaciones son reclamaciones históricas del municipio.
Castellón Información
El secretario autonómico de la Conselleria de Infraestructuras, Victoriano Sánchez, ha visitado hoy el inicio de las obras de la CV-1170, en el tramo que conecta la carretera Castelló con la N-232. Esta actuación consistirá en la limpieza y reasfaltado de 800 metros de vial. No obstante, la intervención obvia el tramo que une la entrada a Morella con la CV-14, que es el que mayores deficiencias presenta y es fundamental para el acceso de la gente de la comarca, desde todas las localidades de la ribera del Bergantes, así como para la industria de esa zona y los vecinos del Barrio de la Puritat. La Conselleria de Infraestructuras ya intentó ceder este vial al Ayuntamiento con el Catálogo de Carreteras de 1995, pero el consistorio nunca lo aceptó al no estar en buenas condiciones. Durante estas dos décadas, al persistir los problemas, desde el consistorio morellano se han tenido que realizar numerosas actuaciones de urgencia para reparar baches o la limpieza de cunetas que se llevó a cabo este verano. En numerosas ocasiones el pleno del Ayuntamiento ha reclamado el arreglo de esa zona, como en 2013 y 2014.
El alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, manifiesta su decepción de que “de los tres kilómetros de carretera, sólo se va a actuar en 800 metros y se va a dejar en el tramo de la Teulería sin acondicionar, lo que supone sólo un 30% de la totalidad del trazado”. Por ello, el edil explica que “lo más sensato sería actuar en toda la carretera, ya que la Consellería de Infraestructuras es la titular del vial y ahora está aquí toda la maquinaria, por lo que la inversión no es muy elevada y se atendería a una reivindicación histórica del municipio”. Ripollés también señala que “además de la necesidad de actuación en los dos tramos de la CV-1170, le he trasladado al secretario autonómico la necesidad de actuar en el acceso a Ortells y en el camino de la Caná, dónde también se tendría que solucionar el problema de la titularidad del vial”.
El alcalde concluye que “el Ayuntamiento de Morella tenía razón en la situación de estas carreteras y no es justificable que tengan que pasar 20 años para realizar un acondicionamiento de las mismas”. Lo que tendría que haber hecho la Generalitat durante estos años es de manera continuada y cada pocos años, intervenciones preventivas de menor envergadura, que hubieran ahorrado mucho dinero a los contribuyentes.
Ésta es una circunstancia similar a la que se ha vivido con esta carretera es la que ocurrió hace unos meses con el nuevo Catálogo de Carreteras de la Comunidad Valenciana. La historia se repitió y la Generalitat intentó ceder las carreteras de acceso a Ortells y Herbeset al consistorio morellano. De nuevo, el Ayuntamiento se negó a la cesión sino estaban en buenas condiciones. Gracias a esta exigencia, también se ha conseguido que se reasfalte y mejore el vial de entrada a esta segunda localidad.
Presupuestos Generales del Estado
El alcalde de Morella ha hecho referencia al proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2015 lamentando lo mucho que destacan los recortes sociales y la congelación de las pensiones, haciendo perder mucho poder adquisitivo a la gente mayor. Por lo que respecta a infraestructuras, ha mostrado su desolación porque las únicas inversiones destinadas para la reivindicación histórica de la N-232 sean únicamente para la redacción de un proyecto, sin que se asigne ninguna cantidad para los ejercicios posteriores, con lo que se evidencia que en 2015 no se estará ejecutando ningún tipo de obra. Y en el tramo de Ráfales a Monroyo, la asignación se acumula de años anteriores y se queda en 6,8 millones de euros, que es una cantidad mínima para la necesidad de renovación efectiva de la carretera. Además, el Parador continúa desaparecido de los presupuestos, así como la conversión de la N-232 en A-68. Por último, tampoco no se vislumbran inversiones en infraestructuras hídricas de la cuenca del Ebro que pudieran ser beneficiosas para Els Ports.
