Si la iniciativa sale adelante los usuarios podrían disfrutar de sus parcelas en noviembre. Pese a que el periodo de preinscripción sigue abierto, la ocupación de parcelas estaría al 100%.
Clara Parra Roncero
Los huertos urbanos de Vila-real serán una realidad el próximo mes de noviembre si se cumplen las expectativas de plazo que hoy ha avanzado el concejal de agricultura en el Ayuntamiento de Vila-rea, Emili Obiol. De hecho, está previsto que la ordenanza que gestionará el funcionamiento de estas tierras, que a partir de ahora se llamarán “Horts socials fila 13” pase, para su aprobación definitiva, en el pleno que se celebrará a finales de este mes.
De esta manera, y según el responsable de agricultura municipal, los vecinos interesados en el proyecto podrían empezar a plantar sus cosechas el próximo mes de noviembre. “Ya tenemos 34 personas preinscritas que cubrirían las 34 parcelas ofertadas, aunque los vecinos que estén interesados en el proyecto todavía lo pueden hacer bien acercándose a la concejalía, a la Caixa Rural o al Sindicato de Riegos”, ha dicho Obiol.
Desde el consistorio explican que se trata de una ordenanza que regulará, de manera más concreta y precisa, los huertos urbanos. Para ello, el reglamento ha establecido una baremación para valorar las candidaturas de los vecinos que quieran conseguir la gestión de una de las parcelas, y se ha fijado una fianza de 50 euros que deberá pagar cada adjudicatario en concepto de posibles daños.
En concreto, el proyecto de huertos urbanos de Vila-real, que está prácticamente listo en la calle Ana Nebot con Camí La Mar, está divido en tres partes. Una primera abierta a todos los vecinos quienes podrán optar a una de las 34 parcelas de 3.044 metros cuadrados que se han ofrecido y cuya concesión finalizará a mediados de 2016. Tal y como ha explicado el concejal, los nuevos arrendatarios deberán dedicar estas parcelas a la agricultura ecológica y quedará prohibido el uso de tratamientos fitosanitarios y no podrán comercializarse los productos. “Partimos del principio de sostenibilidad, de una agricultura natural no química y vamos a intentar que todo ello esté controlado por un funcionario municipal. Será un suelo agrícola para autoconsumo y ocio pero no para la comercialización”, ha expresado el edil.
Una segunda parte del proyecto estará destinada a usos sociales, es decir, el consistorio cederá cuatro parcelas de 100 metros cuadrados a entidades sociales del municipio como Cáritas, Cruz Roja, Joventud Antoniana, entre otras, que estén interesadas en desarrollar allí actividades de formación.
Mientras que la tercera y última parte, del proyecto de huertos urbanos municipales, estará centrada en una parcela de 450 metros cuadrados que se dedicará a cursos de formación municipales como el de iniciación a la ecología.
Los trabajos para la habilitación de estos huertos urbanos, en los que el Ayuntamiento de Vila-real ha invertido 25.500 euros, comenzaron a finales de julio con la preparación de las tierras, la construcción de una balsa de riego y la ubicación de unas casetas que se destinarán para guardar aperos.
El PP propone cambios
Respecto al proyecto de huertos urbanos, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Vila-real, Héctor Folgado, ha pedido al equipo de gobierno que deje en manos de ingenieros agrónomos locales, en desempleo, la formación de los futuros usuarios de las tierras y pide que se incorpore al proyecto el Centro de Capacitación Agraria para “el fomento de la formación de estos usuarios que, serán desempleados y que pueden tener en esta línea de formación, un futuro en su empleabilidad”.
Además, también ha alertado que el Consistorio ha cerrado un contrato “en precario” con los propietarios de los terrenos “quienes podrán disponer de su parcela en cualquier momento, reclamarla y el ayuntamiento y los usuarios deberían abandonarla en tres meses irremediablemente. Cosa que significaría que, la cosecha que hubiera plantada la perderían y que la inversión que hubieran hecho en el huerto se perdería también”, ha señalado.
