Alberto Fabra. President de la Generalitat Valenciana.
Cada 9 d’Octubre los valencianos celebramos nuestra historia compartida, nuestro pasado y todo ese gran legado que recibimos de nuestros mayores y que tratamos de enriquecer cada día con nuestro trabajo.
El análisis sereno de la realidad nos permite vislumbrar como, a pesar de las dificultades actuales, estos años que vivimos son los mejores de toda nuestra andadura como pueblo. Pero esa realidad no debe hacernos olvidar que las transformaciones se suceden en todos los ámbitos a una velocidad vertiginosa, que nada es inmutable y que sólo a través de un esfuerzo continuado podremos consolidar ese bienestar que hemos alcanzado y luchar por nuevas metas para nuestra sociedad.
Vivimos en una sociedad globalizada que no entiende de fronteras ni de límites. Las mercancías viajan de un hemisferio a otro en busca de nuevos mercados, y los profesionales buscan sin descanso oportunidades de trabajo en cualquier lugar, sin que la distancia, el idioma o la cultura supongan ninguna barrera para ellos. Vivir al margen de esta realidad sería dar la espalda a un hecho incontestable.
Los valencianos estamos preparados para asumir esos nuevos retos, porque está en nuestro carácter ese espíritu inquieto. Desde hace siglos nuestros productos están en todos los mercados, llevados por mujeres y hombres emprendedores. No nos asusta la competencia. Sabemos lo que cuesta llegar y también lo que cuesta mantenerse en una posición ya alcanzada, y no vamos a renunciar a ella.
Esa apertura al mundo, acentuada hoy por el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación y del transporte, no nos ha hecho a olvidar lo que somos ni de dónde venimos. Seguimos fieles a nuestra forma de ser, a nuestro carácter, a nuestra lengua y a nuestra cultura. Conservamos celosamente nuestras tradiciones y queremos que nuestros hijos las proyecten hacia el futuro aún con más fuerza. Somos plenamente conscientes del valor de ese gran patrimonio que heredamos y que nos define y singulariza, y vamos a seguir poniéndolo en valor, difundiéndolo y ensanchando sus horizontes.
La historia ha enseñado muchas lecciones a nuestro pueblo. De ella hemos aprendido la importancia de contar con una sociedad abierta, tolerante y cohesionada, sin divisiones internas ni disputas estériles. Gracias a esa historia conocemos el auténtico sentido de la unidad y la importancia que tiene nuestra articulación dentro de otros proyectos compartidos aún más amplios. Nuestra tierra no tiene fronteras. No las tiene con el resto de España ni con esa Europa de la que siempre hemos sido una parte activa. Creemos en la libertad, en la posibilidad de proyectar nuestro trabajo o nuestros productos en cualquier dirección, sin cortapisas ni barreras. No nos gustan las políticas excluyentes o discriminatorias o esos discursos vacíos que apelan al sentimiento y que generan miedo, inseguridad o frustración.
Queremos seguir colaborando con el resto de los pueblos de España en la construcción de un futuro mejor para todos, de una Europa aún más unida, de un mundo más solidario y justo. No nos molestan los vínculos que nos unen a otros pueblos, todo lo contrario, nos reafirman aún más en lo que somos y nos animan a seguir colaborando en empresas comunes que beneficien a todos. No es posible vivir aislados en este mundo que asoma ante nosotros en este tiempo que tenemos por delante. Ante nosotros se abren nuevos escenarios de futuro, nuevas oportunidades y caminos que deberemos explorar. Hay mucho que hacer en ese nuevo contexto, y mucho por lo que luchar.
En este 9 d'Octubre de 2014 vamos a asomarnos hacia el futuro sin miedos ni incertidumbres, conscientes de que unidos somos capaces de vencer cualquier desafío. Estoy seguro de que seremos capaces de conservar lo mejor que tenemos, nuestra voluntad de seguir juntos, de vivir en paz, de ofrecer una vida mejor a nuestros hijos, de seguir siendo valencianos y de contribuir a una España y a una Europa cada vez más fuertes y solidarias, más justas y más integradoras.
