Castellón Información
La comunidad de las Siervas de Jesús de la Caridad de Nules celebró por primera vez la profesión solemne de una hermana. El 11 de octubre mons. López Llorente presidió la eucaristía en la que Luz María Heredia hizo sus votos perpetuos: “Ha sido el día más feliz de mi vida; doy gracias a Dios porque a Él se lo debo todo, a mis padres que me han transmitido la fe desde muy pequeña, y a todas las hermanas Siervas de Jesús por su oración”. El Obispo le recomendó “recurrir siempre al Corazón de Jesús para recobrar fuerzas, seguir adelante y perseverar en la vocación”.
Sor Luz María nació en Chota (Perú) en 1987, a los 18 años su hermano sacerdote le hizo conocer la congregación y tras una estancia de quince días decidió entrar. Desde 2005 está destinada en Nules, donde trabaja en la primera planta de la residencia que las Siervas de Jesús regentan: “Es donde están los más malitos, que no pueden ni hablar y como no te saben pedir tienes que ver sus necesidades en el rostro y la mirada de cada uno de ellos. Cada vez que les doy una sonrisa ellos me devuelven más, y aunque no me digan nada, me siento feliz, mi corazón crece y me da más libertad”.
Precisamente fue la “dedicación a los enfermos y más pobres” lo que atrajo a la hermana Heredia a las Siervas de Jesús de la Caridad, aunque también valora mucho que es una familia religiosa en la que “el carisma está abierto a cualquier necesidad de los más pobres”. Ahora que ha pronunciado los votos perpetuos, está convencida que su vocación no depende de ella, sino que está en manos de Dios: “Con Él creo firmemente que puedo ser fiel, y lo que he hecho el sábado es hacer públicamente visible mi compromiso con Dios y que es Él quien va a sostener mi vida”.
Las Siervas de Jesús cuentan en la Diócesis con tres casas y veinte hermanas, realizando su apostolado en Castellón y Vila-real además de Nules. El primer domingo de noviembre se dará inicio al Año de la Vida Consagrada promovido por la Santa Sede. Sor Luz María desea dar respuesta a las exhortaciones del Papa Francisco: “Que vivamos con ilusión y alegría nuestra entrega a Dios”.