Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
‘En Tierra Extraña’ es un documental, dirigido por Iciar Bollaín, que narra la emigración forzosa de más de 700.000 españoles desde el inicio de la Crisis. Se centra en la emigración de los más jóvenes, y recuerda como pertenecen a la generación más formada de la Historia de España. Narra cómo se han tenido que ir, para labrarse un mínimo futuro, una multitud ingente de jóvenes universitarios muy preparados. Alguno de esos jóvenes recuerda en el documental que se han ido porque en nuestro país “se les ha robado el futuro”.
En Tierra Extraña se sienten muchos de los jóvenes que se han tenido que marchar de España. ¿Y cómo nos sentimos muchos de nosotros también? ¿Qué tiene que ver este país, con el que nos desayunamos todos los días, con el nuestro, con el que soñaron dejarnos nuestros padres después de innumerables sacrificios y renuncias, con el que queremos y deseamos dejar a nuestros hijos? ¿Qué tiene que ver con nosotros esta España anegada por la corrupción política, esta España donde los ex presidentes son meros comisionistas, donde la putrefacción de las instituciones y de la élite política deja como meros párvulos a los protagonistas de la tangentópolis italiana? ¿Qué tiene que ver con nosotros este país donde las 20 personas más ricas acumulan el mismo dinero que nuestros 14 millones de compatriotas, sí 14 millones, con menos recursos? ¿No es para sentirse en tierra extraña?
Sin duda, en un país con casi 6 millones de parados, con un 15 % de las personas que trabajan bajo el umbral de la pobreza, con un 25 % de niños pobres, con nulas perspectivas de crear empleo real a corto y medio plazo, con el empleo fijo siendo sustituido a marchas forzadas por el empleo parcial y precario, con una élite política corrupta y con una élite económica que evade sistemáticamente impuestos y que es firme adoradora de los paraísos fiscales, ha llegado el momento de no tener miedo. Por mucho que la morralla gobernante nos los intente inculcar. Y es que si queremos que este país vuelva a ser algún día nuestro, si queremos no tener que vagar el resto de nuestros días en tierra extraña, tenemos que hacer nuestro el lema que en su día enunció Franklin D Roosevelt; “no podemos tener miedo si no es al mismo miedo”. El futuro de nuestros hijos depende de ello.