Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
La ignorancia e incompetencia de los políticos españoles, parece ser congénita.
Después de casi cuarenta años de Democracia, aún no hemos aprendido que para tener continuidad, y que sea digna y respetada, es preciso que sea transparente.
Para eso, es necesaria la independencia de los tres poderes, y es lo primero que se encargaron de anular Felipe y Guerra, cuando desterraron a Montesquieu de nuestra legislación, y sometieron a la Justicia a la tiranía del Ejecutivo con la aquiescencia del Legislativo, encargado de repartir ‘el pastel’ de los Órganos Jurisdiccionales de la justicia española.
Nadie después quiso tampoco enmendar el error.
No les interesaba.
Esa fue la primera corrupción, y de ella han emanado fundamentalmente todas las demás, al otorgar un grado de impunidad excesivo a quienes administraban nuestros poderes legislativos y ejecutivos.
Sólo al desbordarse el vaso de lo tolerable, ahora empiezan a aparecer a raudales todo lo que permanecía oculto.
Y el juego acaba de empezar.
Pero esto no es nada nuevo en el mundo occidental, ya que Italia vivió exactamente el mismo proceso degenerativo democrático en las dos ultimas décadas del siglo XX, y allí (como ocurrirá aquí ahora si no se le pone remedio de inmediato, en una muy difícil regeneración consensuada pero trasparente) significó el fin de las dos fuerzas políticas que habían llevado la batuta del concierto gubernamental italiano, después de la Segunda Guerra Mundial.
El Partido Socialista Italiano por obra y gracia en su período terminal de un Bettino Craxi, corrupto hasta la médula, y la Democracia Cristiana de la mano de Giulio Andreotti, viejo zorro de la política de derechas en Italia, se hundieron juntos ya que gobernaron juntos hasta Tangentópolis donde se descubrió que unos y otros estaban infiltrados por varios cientos de políticos al servicio de la Mafia.
En Italia hubo jueces justos e independientes que dieron su vida entonces, para juzgar y condenar a los mafiosos y arrastrar con ellos a los políticos que lo consintieron, y crearon una tupida red “mafioso-personales-partidistas”, por la que se enriquecieron dirigentes, se financiaron partidos políticos ilegalmente, y amasaron ingentes fortunas los mafiosos, tanto dentro como fuera de la política.
Craxi no tuvo ningún inconveniente en reconocerlo en su juicio, fue condenado y escapó a Túnez donde vivió exiliado hasta su muerte ya a comienzos de este siglo.
Andreotti más hábil y viejo, escapó a la cárcel, pero no al cadalso como político.
Y lamentablemente con ellos desaparecieron prácticamente de la primera línea política italiana el Partido Socialista, y la Democracia Cristiana.
Con su hundimiento, resurge una coalición Tripartita formada por socialdemócratas, cristianodemócratas y liberales, que tuvo una presencia importante en la vida política italiana con el nombre de L ´Ulivo ( El Olivo) pero se planto el árbol, sin llegar a producir frutos, desapareciendo como desaparecen todas las coaliciones heterogéneas, como lo hizo en España la UCD o el CDS.
Frente a ellos con mucho mas impulso, Forza Italia, el partido de derechas de un magnate de los medios de comunicación como Berlusconi, arrasó durante años y multiplicó las decisiones atípicas en una democracia occidental.
Tuvo sus filias y sus fobias, un fuerte implante basado en su poderío económico y en las cajas de resonancia que eran sus medios de comunicación y el Milán CF.
Dentro dela más pura lógica, también ha terminado juzgado, condenado e inhabilitado para la política.
¿Qué hay ahora en Italia?
Un caos, que han tratado de solucionarlo desde la Unión Europea, formando Gobiernos Tecnócratas, para salir del marasmo.
Concluyendo, nuestros políticos no sólo no han sabido, sino que no han tenido la capacidad de aprender en cabeza ajena.
Los italianos que tanto industrialmente, como en diseño y conocimientos de marketing de todo tipo, nos anteceden en muchos años, debieron de servirles de ejemplo a todos nuestros rectores socialistas y populares, para no caer en su misma trampa.
Y con su pecado de soberbia y estupidez, pagaran su penitencia siendo fulminados en las próximas elecciones si no reaccionan de una manera urgente y sensata.
Podemos será nuestro Olivo.
Con la diferencia de que a su alrededor, se catalizarán todas las fuerzas de la izquierda radical, y el problema será que suelten el bocado del Poder, una vez mordido.
Y como aquí no tenemos un Berlusconi como contrapoder, la única esperanza que nos queda, es reunir en una coalición homogénea a todas las fuerzas de centro-derecha dejando al margen a los corruptos o tolerantes de la corrupción del PP y del PSOE, para poder enfrentarnos a Podemos.
Pero ocurra lo que ocurra, Zapatero, Rubalcaba y Rajoy pasarán a la Historia de España, como los peores gobernantes en Democracia de los últimos tres cuartos de siglo.
Ni han sabido, ni han querido ni han aprendido, y con esas tres incapacidades, es imposible poder.
Veremos si puede Podemos.
Yo no lo creo, y por eso trato de explicarlo todos los días basándome en lo que dijeron al principio, aunque se desdigan y moderen su discurso, para hacerlo creíble y aceptable.
Son lobos, que se presentaron como lobos, y ahora pretenden recubrirse con piel de cordero.
Continuamente estoy escuchando a Pablo Iglesias y sobre todo al politólogo Monedero en las tertulias en las que participan, y sus teorías para solucionar los problemas financieros y laborales de España, solo conseguirían perder el crédito internacional al no devolver los que ellos llaman “la Deuda Ilegitima” (que no por eso deja de ser Deuda y un compromiso de pago a término).
Sin financiación internacional, y con déficit que seguimos generando, cada día estaríamos más hundidos y la destrucción de los puestos de trabajo en nuestra industria manufacturera alcanzaría limites insoportables, con lo que la carencia de lo mas elemental y básico en el mercado interno sería tan lamentable como lo es ahora en Venezuela y Cuba, que son sus “democracias de referencia” y a las que ellos han asesorado para estar donde están.
No parece que el dinero que se les ha pagado por sus informes, les haya servido de nada.
Y si no sirve allí, mucho menos va a servir aquí.
El tiempo de la ‘demagogia’ ya esta superado en España.
Hasta la semana que viene.
