La contratación de seguros agrarios resulta eficaz como herramienta para la protección de las rentas de los agricultores.
Castellón Información
El director general de Producción Agraria y Ganadería, José Miguel Ferrer, ha señalado que la conselleria de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua facilitará con 25 millones de euros el aseguramiento de las cosechas en 2015.
Durante su participación en una jornada sobre los nuevos retos para el seguro agrario, nuevo seguro para caqui y frutales, José Miguel Ferrer ha dicho que para el próximo año 2015, la conselleria va a mantener el nivel de presupuesto, 25 millones de euros, destinado a apoyar la contratación de seguros agrarios que se aprobó para 2014, debido a su eficacia como herramienta para la protección de las rentas en el sector ante los daños que ocasionan pérdidas en las explotaciones.
A este respecto, Ferrer ha destacado que "el seguro agrario es una herramienta especialmente diseñada para hacer frente a riesgos meteorológicos, como heladas o fuertes vientos, que pueden ocasionar la pérdida total o parcial de la cosecha".
Asimismo, el director general ha recordado que la Conselleria ha mejorado para la actual campaña el seguro citrícola, haciéndolo más flexible y mejorando las condiciones de las bonificaciones.
Además, Ferrer ha indicado que la Conselleria también fomentará la contratación de seguros agrarios para las líneas de olivo, cereal, vid y almendro en cultivos de secano, porque la política de seguros agrarios que fomenta la Generalitat resulta un instrumento eficaz para el mantenimiento de los ingresos en el sector frente a las adversidades del clima.
En este sentido, ha precisado que "esta medida se une a las que está elaborando el Consell de aportación de financiación y tiene como objetivo prevenir el efecto que la sequía, si continúa, pueda tener en las próximas cosechas en la Comunitat Valenciana".
La sequía, como resultado adverso de la meteorología, está contemplado en la cobertura de los seguros agrarios, pero en algunos cultivos, como el olivo y el almendro, el aseguramiento de los cultivos no es una práctica habitual, por lo que esta medida supone un estímulo para su contratación y para garantizar la rentabilidad de estas explotaciones agrarias.