Más de 335 hombres han participado en los programas desarrollados por la ONG dentro y fuera de la prisión de Castellón I en los últimos nueve años.
Castellón Información
El 20% de las personas que Patim ha tratado por violencia de género reconocen que han consumido drogas. Cocaína, heroína y alcohol son las principales referencias en los consumos. En los últimos nueve años se han atendido 335 personas a través de tres programas específicos para abordar esta conducta, dos de ellos dentro de la prisión Castellón I.
Los programas están dirigidos al tratamiento, reeducación y sensibilización de penados y población general. En el centro penitenciario de Castellón se inició en 2006 el programa de intervención en conductas violentas, por el que han pasado hasta el momento 108 personas que, de forma voluntaria solicitan participar en las sesiones. Una psicóloga de Patim se encarga realizar la intervención semanal con los presos seleccionados por la Junta de Tratamiento.
Hace apenas dos años, en este mismo establecimiento penitenciario, Patim inició un nuevo programa enfocado a la prevención de la violencia de género a través de la educación en nuevas masculinidades. Se realiza con reclusos del módulo de jóvenes y del de respeto y, por el momento, han participado en estos talleres 126 personas. “Los hombres nos tenemos que mirar en el espejo y ver cómo somos y en qué tenemos que cambiar porque todos podemos ser maltratadores”, explica el presidente de Patim, Francisco López y Segarra, que imparte estas sesiones.
El perfil del recluso que acude a los programas de intervención y sensibilización es el de un hombre divorciado y con hijos, mayor de 40 años y de nacionalidad española, que ha completado los estudios primarios o equivalentes. Su etapa de consumo se inició entre los 14 y 20 años.
Patim desarrolla también un programa reeducativo para maltratadores fuera de prisión. En el centro de día de esta organización se realizan sesiones -individuales y grupales- para aquellas personas a las que se les ha suspendido la condena temporalmente a cambio de asistir a este programa. Se trata de una medida alternativa, gestionada por Servicios Sociales Penitenciarios, que ya ha sido aplicada a 97 personas desde 2008. En este caso, el perfil es el de un hombre, separado, mayor de 26 años, de nacionalidad española, con estudios primarios y en paro, que comenzó a consumir alcohol o drogas ilegales entre los 15 y 18 años.
En los últimos diez años, Patim ha ido incorporando los talleres de prevención en violencia de género en su centro de día y en la comunidad terapéutica, para abordar con la población drogodependiente esta conducta a través de la educación en nuevas masculinidades. Además, se ha colaborado de forma activa en la edición de numerosas guías y manuales para la formación de profesionales sociosanitarios en la detección y abordaje de esta problemática.