Alejandro Moreno Sandoval. Portavoz del Grupo Municipal de EUPV de Vila-real. Octavo teniente alcalde y concejal de Cooperación Solidaridad e Integración.
Este pasado 10 de diciembre celebramos el día internacional de los Derechos Humanos.
Este último 10 de diciembre y los 365 días del año vivimos un mundo en donde se violan sistemáticamente esos derechos.
Este mismo 10 de diciembre seguimos sin encontrar respuesta a la desaparición de los 43 estudiantes normalistas del Estado de Guerrero en México.
Este mismo 10 de diciembre hemos sido testigos de las declaraciones del que fue premiado con el premio nobel de la Paz y ha estado al frente de un gobierno, que tortura sistemáticamente a personas por el hecho de ser catalogados como terroristas y miembros de Al Qaeda.
Este mismo 10 de diciembre hemos sido testigos de la existencia de nuevas víctimas de maltrato y de violencia de género,
Este mismo 10 de diciembre también unos soldados Israelíes han vuelto a ser participes en la muerte de un Ministro Palestino.
Este 10 de diciembre asistí a una presentación de un libro que quedó en el intento y que basaba su trabajo en la defensa de los derechos humanos… y me di cuenta, de que los humanos que vivimos este 10 de diciembre, todavía nos falta entender que la defensa de los derechos de la humanidad comienzan desde uno mismo, desde la actitud de lucha por su defensa, desde el rechazo concreto de violaciones concretas, de no aceptar ni tolerar que un presidente nobel de la paz (Obama) bombardee países, secuestre personas y torture prisioneros de guerra. No aceptar que un ejército invasor (el israelí) quede impune por sus tropelías contra ciudadanos desarmados o representantes de un estado Palestino oprimido. No permitir que un Estado represor (México) alardee de democrático y celebre cumbres iberoamericanas (en medio de un cerco militar) dando cobertura política y mediática a estados que engañan y mienten en nombre de sus pueblos, cuando estos padecen la angustia de la crisis económica a la que pertenecen eternamente sometidos.
Además de ser un mes de fiestas navideñas, en donde la mayoría de la gente nos dedicamos al consumismo, a las reuniones familiares, que acaban bien o acaban mal. Nos damos a la comida y a la bebida y a ensalzar el espíritu navideño. Hay que pensar y reflexionar, que puede ser un mes de espíritu de lucha, de espíritu de reflexión, de espíritu de combate a todo aquello que nos haga evadirnos de esa realidad que viola y roba los derechos de la humanidad, de los millones de hombres, mujeres, niños, abuelos, que seguiremos viendo sin trabajo, sin casa y hasta bajo de un puente. No engañemos a nuestra conciencia con que el espíritu navideño es de paz y buena voluntad, de que al final del año acabaremos con todo lo malo y el año nuevo nos traerá nuevas esperanzas. Porque después de la ilusión y los reyes magos, la realidad volverá a ser la misma, la de siempre, la de los derechos maltratados, la de los derechos robados, la de los derechos violados, la de los derechos masacrados, la de los derechos exterminados, la de los derechos perdidos. A dónde irán esas esperanzas si no decimos un: Ya me cansé, un: Ya Basta, Un: Aquí estoy y junto con mis compañeros y compañeras de vida construiremos algo diferente, nuevo, transformador, porque estamos convencidas de que Hay Alternativa.
