Noticias Castellón
domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 16:29

Lesiones de rodilla, hipotermia y molestias en los pies, problemas más comunes del deporte en invierno

Tiempo de Lectura: 3 minutos, 23 segundos

Noticias Relacionadas

 

Castellón Información

La práctica del deporte en los meses de frío reúne una serie de particularidades que conviene tener en cuenta para disfrutar de las actividades deportivas en invierno. Y es que, en los deportes invernales –como el esquí- existe un componente vacacional y social por el que, en muchas ocasiones, se expone al cuerpo a horas y horas de ejercicio sin haberlo puesto en forma previamente. De otro lado, las bajas temperaturas pueden desencadenar cuadros de hipotermia; la prevención, en estos casos, es tan sencilla como saber escuchar las señales que manda el propio organismo.

Fortalecer la pierna para un esquí seguro

Cuatro millones de esquiadores se deslizan cada temporada por las diferentes estaciones de esquí españolas. El enorme potencial lúdico de este deporte puede llegar a enmascarar su carácter de actividad deportiva que, como tal, implica un gasto energético importante y, en el caso del esquí o el snowboard, un esfuerzo muscular notable. “La mayor parte de lesiones se producen por la tarde, lo que hace pensar que el cansancio es un factor de riesgo importante”, explica José Luís Muñoz, traumatólogo del Hospital Nisa 9 de Octubre de Valencia.

Indiscutiblemente, lo ideal es trabajar todos los grupos musculares de cara a minimizar el riesgo de lesiones, pero el hecho de que el 40% delos accidentes afecten a la rodilla –fracturas o rotura de ligamentos- “prioriza la forma física de la pierna, y de manera especial los cuádriceps y los isquiotibiales”, aclara la doctora Marisa Gil, traumatóloga del mismo centro. Existen algunos ejercicios para fortalecer la potencia muscular de estos músculos que pueden realizarse en casa, sin necesidad de recurrir a las instalaciones de un gimnasio. Las conocidas sentadillas - con las piernas abiertas el ancho de las caderas y los pies paralelos, imitar el movimiento de sentarte sin que las rodillas se vayan hacia delante- son uno de los ejercicios más recomendados por traumatólogos y fisioterapeutas.

Los expertos también apuntan a la deshidratación como factor de riesgo. “Es muy habitual entre los esquiadores; y la deshidratación produce cansancio y falta de coordinación, consecuencias nada aconsejables para un esquí seguro”.

El riesgo de hipotermia

El clima relativamente templado de las costas españolas incluso en invierno lleva a muchos aficionados al submarinismo a seguir practicándolo incluso durante los meses de frío. Sin embargo, y pese a ser una práctica segura gracias a la preparación que se exige para practicarlo, conviene no perder de vista que el cuerpo va a lanzar señales de alerta ante un riesgo de hipotermia; “escucharlas” es determinante para no sufrir sus consecuencias. “Lo primero que vamos a notar son calambres musculares y escalofríos”, explica el doctor Miquele Tommasi, anestesiólogo de Hospitales Nisa y experto en submarinismo. “La fatiga respiratoria es otro de los síntomas de hipotermia; es la forma que tiene el cuerpo de compensar la pérdida de calor”. Un consumo acelerado de oxígeno funcionaría, a su vez, como indicador de un ritmo respiratorio anormal. “Ante cualquiera de estos síntomas, hay que abortar de forma inmediata –por supuesto, siguiendo las medidas de seguridad precisas- la inmersión”.

Especial cuidado de los pies

Rozaduras, callos, uñas excesivamente presionadas en la parte delantera…el calzado cerrado, y en ocasiones estrecho, propio del invierno produce alteraciones en los pies que, si ya en sí pueden resultar dolorosas, son especialmente molestas a la hora de realizar actividades físicas prolongadas como el running. “Son alteraciones que pueden incidir negativamente en la distribución de presiones y en un apoyo correcto en la marcha”, explica Jairo Casal, responsable de la Unidad de Biomecánica Nisa Podoactiva del Hospital Nisa 9 de Octubre. La prevención apunta a la elección de calzado con una horma adecuada al ancho de cada pie y a un control podológico que trate el problema antes deque produzca alteraciones considerables de más difícil solución.