Miembros de ‘otras’ formaciones políticas asisten al ‘café con el alcalde’, donde se ha presentado la remodelación de la placeta de Ronda Vinatea
El alcalde de Castellón, Alfonso Bataller ha intercambiado opiniones con los vecinos de la zona noroeste de Castellón, en un encuentro informal: ‘café con el alcalde’ que se ha desarrollado en un bar de la zona. En esta reunión el alcalde ha comentado la próxima remodelación de la placeta de Ronda Vinatea, y ha tomado nota de las quejas y necesidades de la zona. Entre los asistentes, muchos miembros de ‘otras’ formaciones políticas que, además de dejar testimonio con su presencia, tomaban notan de ‘las estrategias del PP’.
Esperanza Molina/Castellón Información
El alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, acompañado por Vicente Sales, teniente alcalde del distrito norte de Castellón y la concejal de apoyo, Carmen Albert, se han reunido esta tarde con los vecinos de la zona ‘de la Guinea’, en la zona noroeste de Castellón.
El encuentro, ‘un café con el alcalde’, responde a la petición que le hicieron los vecinos de la zona, para debatir con él las necesidades y reformas del barrio. Pero lejos de seguir el formato oficial de reunión sectorial o de convocatoria en el edificio municipal, se ha realizado, informalmente, delante de un café, y en un bar del barrio. Allí ha asistido quien ha querido, y en este encuentro, Bataller ha mostrado a los vecinos un diseño de la remodelación de la placeta de Ronda Vinatea, que le habían solicitado. El proyecto contempla un lavado de cara, pero también su ampliación al añadirle el tramo de la calle Historiador Escolano, entre Ronda Vinatea y calle Albocàsser.
El formato de la reunión ha sido muy bien acogido por los vecinos que, de ‘tú a tu’, y sin las cortapisas otras formalidades, han explicado a Bataller cuáles son sus demandas y necesidades. Han denunciado el problema que tienen con la distribución y consumo de droga, localizado en varios puntos de la zona y en consecuencia, sus problemas de seguridad; pero también el diseño vial del barrio que ahora condiciona todas sus comunicaciones.
“Hay mucha gente -comentaba el propietario del bar donde se ha realizado la reunión- que no iría al Ayuntamiento a protestar o a pedir nada, porque les corta, no se atreven. Son de los que dicen, dile tú al alcalde…” Y añade que de haberlo pensado antes, hubiera puesto un buzón de sugerencias para que los vecinos, libremente le hubieran manifestado a la primera autoridad municipal todo lo que querían.
‘Los otros’ también han asistido y se han hecho notar
Indudablemente no estaban todos los que son… pero la participación ha sido positiva. Como dato curioso, a este encuentro con el alcalde no han asistido solo los vecinos de la zona, sino también representantes y miembros de otras fuerzas políticas. Su presencia era conocida y ellos mismos se han hecho notar. ¿Por qué estaban allí?. Evidentemente porque querían que se los viera, querían ver, y tomar nota de lo que se decía en el encuentro.
Castellón, paso a paso
El encuentro de Bataller con los vecinos, ha llamado la atención, porque figuraba en la agenda oficial, pero esta no es la primera vez que el primer edil pasea por la ciudad y comenta directamente con los habitantes de cada zona.
“Hace tiempo, comentaba Vicent Sales, que llevamos haciendo lo que le llamamos ‘Castellón, paso a paso’, pero no quisimos que figurara como algo oficial para que no dijeran que lo que buscábamos era conseguir votos”. Bataller, explicaba Sales, se ha dedicado desde hace un par de años, a recorrer la ciudad, a pie, paso a paso, distrito por distrito, y a conocer, ver, hablar con los vecinos. “Bataller le ha dado ya tres vueltas completas a Castellón”, señalaba Sales.
El ‘café con el alcalde’, puede sonar electoralista, según reconocía Vicent Sales, pero respondía a la petición que le hicieron los habitantes de esta zona, cuando estuvo hablando con ellos.
Ese ‘café con el alcalde’, se repetirá probablemente unas cuantas veces, y en distintos puntos de la ciudad..
Distrito Norte de Castellón
El distrito norte de Castellón define a una zona muy amplia que, a su vez, se subdivide en sectores completamente diferentes, cada uno, con sus propias peculiaridades.
Geográficamente está delimitado por la calle Joaquín Costa hasta plaza Clavé; por la avenida Barcelona y parque de la Guinea; y por la avenida de Lledó.
Esto significa, que forman parte del distrito Norte áreas tan dispares, como las de reciente creación del Peri 19, los Paus de Lledó, y las zonas residenciales denominadas coloquialmente: ‘todo a cien y más’, en relación con el precio que llegaron a alcanzar las viviendas; pero también, el Raval de San Félix, de gente modesta, tradicional, trabajadora, y en la mayoría de los casos descendientes de agricultores; el barrio de ‘la Guinea’, denominado así, porque gracias al amparo de Joan Batiste Cardona Vives, muchos de esos terrenos que rodeaban a lo que hoy es la iglesia de la Sagrada Familia, se cedieron para la construcción de viviendas sociales por el precio simbólico de una guinea; y junto a la Guinea, el entorno del Estadio Castalia, que se inundaba con las avenidas del riu Sec; y barrios periféricos, como el grupo San Agustín y San Marcos, construido casi artesanalmente en sus orígenes para dar respuesta a la inmigración masiva que llegó a Castellón en las décadas de los 50, 60 y 70 del siglo pasado.
¿Cómo son los vecinos de la Guinea?
Los vecinos que hoy han tomado café con el alcalde pertenecen, en su mayoría, al barrio de la Guinea.
Se trata de una zona humilde, urbanizada a finales del XIX y principios del XX, para dar respuesta a la demanda de gente con muchas necesidades. Fue la época de una de las epidemias de cólera en Castellón, de la Guerra de Cuba, y de la vuelta de muchos castellonenses que retornaban a casa, aparte de los inmigrantes que llegaban buscando oportunidades.
Con todo esto a sus espaldas, el barrio de la Guinea es como un pequeño pueblo donde todos se conocen, todo se sabe y todo se comenta.
Allí conviven los de ‘toda la vida’, que nacieron y se criaron aquí; familias que buscan sobrevivir a la crisis y criar a sus hijos sin sobresaltos; Personas procedentes de otros puntos de la provincia, que encontraron en este barrio un lugar barato para establecerse en la capital. Y con ellos numerosas asociaciones, algunas de ellas con una intensa actividad vecina y social.
“Por las mañanas, comentaba el dueño del bar, puedes encontrarte de todo: madres que llevan a sus hijos al colegio y se toman un café, gente mayor, gente sin recursos, o personas trajeadas para ir al trabajo…”
Pero por el bajo precio de alquileres y viviendas, ha sido ocupado también por inmigrantes de diferentes orígenes, sobre todo, procedente de Marruecos y Argelia, que según los vecinos “se llevan a matar” y originan constantes disputas y peleas con arma blanca y armas de fuego. Los vecinos denuncian también la venta y el consumo de droga, e incluso conocen quien la vende, a quienes y donde. Y sufren después a quienes la consumen.
“Aquí no se le escapa nada a nadie”, comentaban algunas señoras… pero el problema es convivir en paz y salir adelante sin que se deteriore el barrio. Por eso piden mejores oportunidades, más vigilancia, más limpieza, y que el Ayuntamiento vele por ellos.
