FICHA TÉCNICA:
-0- VILLARREAL: Asenjo; Mario, Bailly, Musacchio, Rukavina; Campbell (Vietto, min. 58), Jonathan dos Santos (Trigueros, min. 58), Pina, Moi Gómez; Gerard y Gio dos Santos (Uche, min.70).
-2- SEVILLA: Sergio Rico; Coke, Pareja, Kolodziejczak, Trémoulinas (Fernando Navarro, min. 50); Vitolo, Mbia, Carriço, Diogo; Iborra (Banega, min. 60) y Bacca (Iago Aspas, min. 79).
GOLES: 0-1. Minuto 48, Coke. 0-2. Minuto 64, Vitolo.
ÁRBITRO: Alejandro José Hernández Hernández (Comité de Las Palmas). Amonestó con cartulina amarilla a Moi Gómez y Musacchio por parte local y a Fernando Navarro por parte visitante.
F. F.
El Submarino no pudo superar a un rival directo en la clasificación como el Sevilla (0-2), que pese a no ser superior al Submarino, consiguió llevarse los tres puntos de El Madrigal con goles Coke y Vitolo. Se fallaron ocasiones incomprensibles en el primer tiempo. Los amarillos dominaron toda la primera parte, con claras ocasiones de gol, pero acabaron claudicando ante el acierto de los andaluces. El Villarreal se reencontraba con su afición tras la eliminación copera bajo una intensa lluvia que no apaciguó los ánimos del Submarino. Ahora un parón y en dos semanas más Liga.
Un minuto después, tras una buena jugada colectiva del Submarino, sería Jonathan dos Santos quien no podría batir al meta hispalense, ya que su disparo se fue cerca de la meta del arquero visitante. El partido no daba tregua, y en el minuto 24 el Bacca iba a tener en sus botas el primer gol del encuentro. Pero Asenjo, recientemente convocado por la Selección Española, iba a sacar una mano que evitaría poner por delante al Sevilla.
El Villarreal no se amilanó y empezaba a inquietar de nuevo la portería de Sergio Rico. En el minuto 25, la conexión mexicana volvía a surtir efecto. Jonathan dos Santos se la pasaría a su hermano Gio, y el disparo de este se marcharía cerca del palo derecho de la portería del Sevilla.
En los mejores momentos del Villarreal, iba a llegar la ocasión más clara del encuentro hasta el momento. Mario le serviría a Campbell el pase de la muerte, pero el disparo del costarricense lo sacaría la defensa andaluza en la línea de gol.
Un par de jugadas después, en el 41, Moi Gómez, tras colocar perfectamente el cuerpo, iba a estrellar un trallazo en la misma cruceta. Dos minutos más tarde, Gerard Moreno se iba a fabricar él solo la ocasión, pero en el momento de disparar no fue del todo preciso y su chut se fue desviado por poco. Solo un milagro salvo a los visitantes de irse perdiendo en el electrónico.
Tras la reanudación, el Sevilla fue el que golpeó primero. En el 48, Coke cruzaría el esférico lejos del alcance de Asenjo, con tanta fortuna que daría en la madera y acabaría entrando para convertirse en el primer gol del encuentro. El Villarreal, pese al tanto en contra, continuó desplegando su juego vistoso, intentando reducir la desventaja en el marcador. En el 59, Fernando Navarro se tiraría en plancha para despejar un gran disparo del canterano Moi Gómez.
Tan solo seis minutos después, el Sevilla iba a demostrar su eficacia goleadora. En un centro del conjunto hispalense, un jugador del Villarreal cambiaría la trayectoria del balón, con tan mala suerte que le quedaría a placer a Vitolo para que el canario hiciera el 0-2 en El Madrigal.
El Submarino no iba a bajar los brazos. En el 69, Trigueros remataría, pero su cabezazo se marcharía cerca del palo izquierdo de la meta del Sevilla. Tres minutos más tarde, en una jugada calcada a la anterior, el protagonista iba a ser Gerard Moreno, pero su remate lo atraparía Sergio Rico, uno de los jugadores más destacados del conjunto andaluz.
En el 80, cuando el encuentro ya expiraba, tras una gran contra del Submarino, Uche a punto estuvo de recortar distancias, pero el arquero visitante taparía muy bien el disparo del nigeriano. En el 86, un balón cerca del área lo iba a cazar Gerard Moreno, tan oportuno como siempre, pero su disparo lo iba a repeler la madera.
Con poco más se llegó al final del partido, donde el Villarreal intentó con todas sus fuerzas vencer al Sevilla, pero su rival, más eficaz, se terminó por llevar el gato al agua.