“Las enfermedades cardiovasculares suponen la primera causa de muerte y su incremento viene ligado, entre otros factores, a la elevada prevalencia de sobrepeso y sedentarismo en la población general”
Castellón Información
Francisco Javier Maravall, Especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Nisa Rey don Jaime, es el primer doctor que responde al Consultorio Médico que ofrece Castellón Información en colaboración con el centro hospitalario castellonense. Las preguntas que nos han hecho llegar hasta ahora los lectores a través del correo del periódico son las que contesta ahora el doctor Maravall. Y, según vayan llegando más cuestiones, irá respondiéndolas y añadiéndose en esta misma información.
¿Los niños obesos son más propensos a desarrollar enfermedades metabólicas y cardiovasculares?
Sí, así es. El riesgo cardiovascular futuro depende del número de factores de riesgo que tenga una persona, el grado de control de los mismos, y el tiempo que ha pasado desde su aparición. Un niño con obesidad tendrá más probabilidad de presentar de forma precoz factores de riesgo cardiometabólico, y por tanto, mayor riesgo de enfermedad cardiovascular a una edad adulta temprana, aunque esto vendrá modulado por la susceptibilidad genética de cada individuo.
Las enfermedades crónicas no trasmisibles constituyen una auténtica epidemia en la actualidad. Concretamente, las enfermedades cardiovasculares suponen la primera causa de muerte, sobre todo en los países industrializados, y su incremento viene ligado, entre otros factores, a la elevada prevalencia de sobrepeso y sedentarismo en la población general.
De la información obtenida a partir de los estudios científicos se deduce que, nunca es demasiado tarde, ni demasiado pronto, para establecer estrategias que nos permitan evitar, al menos en parte, este riesgo.
¿Qué se puede hacer para prevenir la obesidad entre el nacimiento y los 5 años de edad?
No debemos olvidar que la obesidad es una enfermedad crónica en la que se combinan factores genéticos y ambientales. Nuestra genética no la podemos cambiar, cada uno tiene la estructura corporal que tiene, la que marca su herencia genética. Lo que sí podemos hacer es controlar los factores ambientales para evitar situaciones de riesgo. En este caso, los factores son, sin duda, la sobrealimentación y el sedentarismo.
En los primeros años de vida, la alimentación va a tener un papel crucial. Algunos estudios indican que la lactancia materna tiene un cierto efecto protector sobre la aparición del sobrepeso. Eso no significa que un niño alimentado con leche artificial tenga que ser necesariamente obeso, significa que los padres debemos tener mayor cuidado en ofrecer las cantidades adecuadas, e introducir los alimentos de forma progresiva, según las indicaciones del equipo de asistencia pediátrica. Posteriormente, la cantidad de comida, los métodos de cocción y la densidad energética de la comida que ofrezcamos a nuestros hijos de forma cotidiana, serán determinantes.
Por otro lado, será también importante que el niño disponga de espacio y tiempo para jugar, moverse, mantenerse activo, consumir energía en una actividad propia de su edad.
¿Cuáles son las señales de alerta que nos aconsejan acudir al endocrino para controlar nuestro peso tanto en un menor como una persona adulta?
En los niños, sin lugar a dudas, debería ser el equipo de asistencia pediátrica el que comunique a los padres de la necesidad de consultar, en función de las revisiones periódicas. Constituyen la atención sanitaria más cercana y que mejor conoce la evolución pondoestatural del niño, y con toda seguridad previamente ya hayan alertado a la familia de la necesidad de controlar el peso.
En el caso de los adultos, las señales de alerta pueden ser muy variables. En ocasiones puede ser el médico de familia, o bien otros especialistas (traumatólogo, neumólogo, cardiólogo, etc.) a los que se consulta por otro motivo, los que nos indiquen la necesidad de controlar el peso. No obstante, es conveniente que los adultos estemos atentos a nuestro propio cuerpo, al menos de vez en cuando. Si soy consciente de que en los últimos años aumento progresivamente de peso, o cada año la ropa del anterior ya no me viene, o bien experimento un rápido incremento de peso en relación a algún hecho en concreto (inmovilización por enfermedad o accidente, cambio laboral, de residencia, dejar de fumar, mal estado anímico, etc.), debo plantearme seriamente consultar al especialista.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo de 6 años a perder peso o mantenerse en un peso saludable?
Los niños en crecimiento no deben ser sometidos a dietas restrictivas. El objetivo sería detener el incremento de peso, de manera que a medida que el niño crece, progresivamente se reduce el exceso de peso. Esto implica un cambio en el estilo de vida familiar, a largo plazo.
Combatir el sobrepeso en la infancia no es tarea fácil. Los padres debemos ser conscientes de la importancia de cambiar determinados ritmos en casa, de forma permanente. Probablemente nuestros hijos aprenden más lo que ven que lo que escuchan. De nada sirve regañar o castigar, si pretendo cambiar el ritmo de comidas de mi hijo, pero luego me ve a mi hacer lo contrario. No puedo pretender prohibir comer determinado producto a un hijo y a otro no. Ese producto no debería estar en casa, o sólo de forma excepcional.
Será fundamental la relación cotidiana de la familia con la alimentación. No utilizarla para premiar ni castigar, que crezcan estableciendo una relación sana con la comida. En casa “esto es lo que se compra”, “esto es lo que se cocina”, “esto es lo que se merienda”, “no se picotea entre horas”, “generalmente no hay de esto”, “de aquello sólo en días especiales”… Por supuesto con flexibilidad. No hay que decirlo constantemente, sino transmitirlo con nuestra actitud diaria.
Las preguntas sobre el tema que ahora tramamos, endocrinología, o sobre cualquier otro de los que anunciamos, nos las pueden hacer llegar a través del correo redacción@castelloninformacion.com o realizarlas en el espacio de opinión que aparece en la parte de debajo de la información. Las preguntas serán remitidas a los especialistas del Hospital Nisa Rey don Jaime de Castellón y publicadas según vayan tratándose los tema seleccionados a lo largo del año.
