La Copa RFEF ya es historia y fue bonita mientras duró. Subcampeón de la misma y 33.000 euros al bolsillo. Ahora toca centrarse en la Liga donde la escuadra albinegra aspira a recuperar el liderato en las cinco jornadas que restan. El primer clasificado es el Atlético Levante que está un punto por encima de los castellonenses.
F. A.
Todos piensan en la cita del domingo en Castalia a partir de las 18.00 horas contra el Alzira. Duelo de grandes clubes, aunque los valencianos esta temporada no están muy afortunados y pelean por no perder la categoría. No se pueden descuidar porque por abajo está todo muy comprimido.
El Castellón jugará en casa después de perder la final de la Copa RFEF, una competición que ha desgastado al plantel. Muchos kilómetros y muchos partidos. Con el disputado el jueves en el Stadium Gal de Irún el conjunto 'orellut' suma ya 50 partidos, 34 de Liga y 16 del torneo copero.
Y para esa cita Ramón María Calderé tendrá las bajas seguras del sancionado Juanra Cabrero y de lesionado Jon Uriarte. El resto de efectivos se encuentran a disposición del entrenador tarraconenses. El objetivo no será otro que ganar y esperar que el Atlético Levante tropiece para así poder recuperar la primera posición en la tabla.
Se confía que la Copa no le pase factura a los castellonenses dado que cada vez que el equipo ha jugado Copa RFEF fuera de casa después no se ha ganado partido. Y hace mucha falta derrotar a un Alzira que en Castalia ganó por última vez la temporada 1999-2000.
