Alejandro Moreno. Psicólogo. Educador. Cooperador Internacional.
Desde luego, ha sido una sorpresa para todos y todas los resultados en Vila-real. El hecho de que la ciudadanía haya salido a votar en masa por una mayoría absoluta al PSOE debe de tener alguna explicación, y es digna de un estudio sociológico de por qué se dan este tipo de cambios. Por un lado aumentan el número de votos para unos y disminuyen con votos de castigo para otros. Ambos dos relacionados con la pugna bipartidista de siempre.
El PSOE ha rentabilizado el trabajo de un equipo de gobierno que ha gobernado de cara hacia la gente, de ese equipo desaparecen 3 caras: 1 de cada formación, y aparecerían nuevas caras, aunque la mayoría absoluta no necesita de un pacto, pero si de un gobierno abierto a la continuidad y al reforzamiento. Eso sería lo ideal y lo que la gente querría para Vila-real. Lo malo es, que se ha dado alternancia al bipartidismo de siempre y esto es un fracaso en la lucha contra el.
Por otra parte Héctor Folgado y su PP han salido perdiendo y creo que se tienen que cuestionar y reflexionar sobre su fracaso, aunque por mi parte, que fracasen eternamente, ya que esto querrá decir que la ciudadanía quiere un cambio, quiere una transformación social, quiere que su pensamiento único, sus actitudes, sus valores, sus métodos y formas de gobernar, desaparezcan.
Una lástima que Compromís no haya sido la alternancia al bipartidismo. No ha crecido como se preveía y ha dejado puntos para la mayoría absoluta en el municipio. Su papel esta en reflexionar el cómo ejercer la unidad interna y cómo venderla para ganar espacios y opiniones. Su Trabajo ha sido fundamental en las políticas hacia la gente, aunque hay que limar algunas formes todavía, formas que al final han pasado cuentas entre la ciudadanía.
Ciudadanos, la gran incógnita municipal, aparecen como consecuencia de la expansión estatal y como alternativa a la mala política del PP, aunque dicen que no son derecha y tampoco izquierda, que son personas normales, preocupadas por el cambio. Por la experiencia que he tenido, todos y todas también somos personas preocupadas por el cambio, unos con ideas de derechas y otros de izquierda. Comienzan y ya lanzan propuestas de co-gobernanza, y si es posible no renuncian a ello. Ya veremos por donde respiran, si por la derecha o por la izquierda.
La composición actual del ayuntamiento no me satisface, pero es lo que hay, las mayorías absolutas, limitan la pluralidad, pero si han salido estos resultados es porque la ciudadanía veía en ellos la nueva gobernanza en Vila-real. Y no me satisface, porque hace falta la unidad de la izquierda, pero la unidad concebida en un frente amplio y alternativo que hubiese podido girar del pasado gobierno progresista a un nuevo gobierno más consolidado hacia una izquierda de cambio social, en su modelo socioeconómico y girando hacia las políticas para las mayorías. Pero este no se quiso construir, ya que se apostaba más por las siglas y por el egocentrismo político. Y esa alternativa se perdió en el camino y los votos se repartieron entre todos los que se presentaban. Los errores políticos al final pasan factura ante las decisiones tomadas con base en esos errores políticos acarrean estos fracasos.
El cambio autonómico podría garantizar el refuerzo de ese cambio deseado, se inicia el principio del cambio de país, aunque lamentablemente una de las fuerzas que han denunciado y trabajado contra la corrupción y las nefastas políticas de la derecha valenciana, ha quedado fuera del arco de representación parlamentaria, puede ser ese desgraciado 5% el que sea el culpable de ello, pero más allá de esto deberá estar la autocritica profunda de la debacle, hay mucho de qué hablar y muchas cosas que resolver. Mientras tanto lo que se ha demostrado, es que el camino es la construcción de la unidad popular, mediante diversas formulas, pero la unidad para el cambio, el juntar a la gente con la gente para que la gente construya esa sociedad alternativa que sustituya la desigualdad, que destruya la discriminación, que destruya la explotación construyendo otro mundo posible, porque ya se está demostrando que si se pueden cambiar las cosas, ahora hay que ir demostrando que si se pueden cambiar las reglas y las políticas para beneficiar a las mayoría y no a los amigos del dinero y sus capataces.
En Vila-real hace 4 años se demostró que se podía echar fuera a la derecha, ahora tocaba crear unidad para el cambio pero no se quiso, y se tomaron otras decisiones, y este es el resultado: el éxito de una absoluta marca política y el fracaso de una unidad o frente municipal. Pero siempre tenemos otros ejemplos de los que hay que aprender, y mantener que es con la gente organizada, con la gente activa y participativa, con la gente movilizada como se puede decir que iremos construyendo ese otro camino, diverso, plural, democrático participativo y de cohesión social y verdaderamente del pueblo.