Antonia García Valls. Portavoz del PSPV en l’Ayuntament de la Vall d'Uixó.
Ayer día 30 de junio se cumplieron 10 años de la aprobación en el Congreso de los Diputados de una Ley. La Ley que permite el matrimonio libre entre las personas del mismo sexo. Un día histórico.
Lo recuerdo perfectamente, la emoción del antes, del mientras y del después. El Presidente Zapatero logró emocionarnos con su discurso, y observar a las personas que estaban en la tribuna de invitados, viendo como una de sus reivindicaciones, desde hacía demasiado tiempo, iba a convertirse en una realidad, hizo de aquel día, un día para recordar.
Una de esas personas era Pedro Zerolo. Todavía me emociono al escribir estas palabras. Quiero volver a darle las gracias, por su trabajo, por su tesón, por su empeño, por su activismo sin descanso y sin abandono. Y por su cariño. Gracias a Pedro, por todo.
Porque desde entonces, y ya hace 10 años, somos más libres, más iguales y nuestro país es un país más digno. Recuperamos la dignidad, con todo lo que ello supone.
Y lo recuerdo como si fuera ahora mismo, porque, puedo decir, con mucho orgullo, que “yo estuve allí”. Mi voto fue uno de los 187 votos que obtuvo la Ley de Matrimonio entre Personas del Mismo Sexo. Y ahora, desde la perspectiva de los 10 años transcurridos, el resultado no puede ser más positivo.
También recuerdo todas las llamadas de ese día, dándonos las gracias por esa Ley. Amigos, compañeros, conocidos, que desde ese momento eran más libres y más iguales. Tenían los mismos derechos. Aunque las gracias las quiero dar yo, por haber tenido la oportunidad de vivir, en vivo y en directo, ese momento emocionante, feliz e histórico para nuestro país.
No fue fácil, pero el Presidente Zapatero y el Partido Socialista lo teníamos claro, muy claro. Estábamos hablando de la libertad de cada persona a enamorarse de otra persona, del derecho a poder casarse con la persona elegida. Se trataba de igualarnos. Pero encontramos, como siempre, la oposición, la dura oposición de unos sectores de la sociedad que, ¿cómo no?, querían seguir marcando las pautas de convivencia y de represión como siempre habían hecho.
Desde el pasado fin de semana, asistimos con sorpresa y encantados con la legalización del matrimonio igualitario en EEUU.
Hace diez años que ya lo tenemos en España. Y el camino recorrido desde entonces nos ha enriquecido como sociedad. Y tenemos que seguir transitando ese camino de la libertad, de la tolerancia, del respeto, de la igualdad, de los derechos.
Me siento orgullosa y me honra haber participado en las legislaturas del Presidente Zapatero en muchas cuestiones importantes que, sin duda, trazaron un camino hacia la dignidad: memoria histórica, lucha contra la violencia machista, ayuda a las personas con dependencia, salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo, educación para la ciudadanía, cese definitivo de ETA….
Y de haber compartido trabajos y cafés con personas que me han aportado tanto, que me han enseñado tanto y que siempre formarán parte de mi bagaje, no sólo político sino personal. Hoy mi reconocimiento, sin duda, para el compañero, para el amigo Pedro Zerolo.