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El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha reunido esta mañana la Junta de Portavoces para trasladar a los diferentes grupos con representación en el consistorio la posibilidad de adquirir para el patrimonio municipal el emblemático edificio del Gran Casino. El céntrico inmueble, incluido en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de la ciudad, cuenta con más de un siglo de historia y es uno de los elementos más singulares del patrimonio arquitectónico local.
“El Gran Casino es un edificio único, tanto por su valor histórico y patrimonial como por sus características y su ubicación, en pleno centro urbano”, explica el primer edil, quien ha querido destacar principalmente la fachada, decorada con molduras y azulejos pintados de aire modernista, la escalera interior o el artesonado del salón principal como sus elementos más significativos. “Se trata, sin duda, de un inmueble de un enorme interés, por lo que su adquisición para todos los vila-realenses sería una incorporación valiosísima al patrimonio municipal”, argumenta Benlloch, quien ha destacado sobre todo la importancia de recabar el consenso, opiniones y sugerencias de todos los grupos políticos en el consistorio para acometer “una operación de esta envergadura, que perdurará para las generaciones futuras”.
El edificio, con 1.500 metros cuadrados de superficie distribuidos en tres plantas, está ubicado en la calle Mayor San Jaime, centro neurálgico de la actividad comercial y administrativa de la ciudad. Tasado en torno a dos millones de euros, una de las opciones que se baraja para su posible adquisición para el patrimonio municipal es la de abonar un primer pago de 500.000 euros en 2016 y aplazar el resto en cuotas anuales.
“Además de incorporar al patrimonio de la ciudad este emblemático edificio, su adquisición también revertiría en la mejora de los servicios prestados a la ciudadanía, ya que nos permitiría contar con un edificio noble en pleno centro y redistribuir algunos departamentos para acercarlos a los vecinos”, detalla Benlloch. En esta línea, una de las posibilidades planteadas es que la planta baja del inmueble, acoja los servicios de Tesorería y Recaudación, además de otros servicios municipales. “Las plantas primera y superior requerirán de una cierta rehabilitación para su uso, que realizaríamos poco a poco”, señala el alcalde, quien avanza también que una de las posibilidades que se abren en un futuro para este inmueble histórico sería su uso para las actividades más nobles o protocolarias del Ayuntamiento, liberando el actual edificio “para cuestiones más administrativas”.
