Moliner apuesta por transformar chistes en turistas y oportunidades para Castellón mientras el secretario autonómico solo “espera que sobreviva”
Al secretario autonómico de la Agencia Valenciana de Turismo, y ahora presidente de Aerocás, Francesc Colomer, se le indigestó ayer el aeropuerto de Castellón. La inesperada (para él) respuesta de la sociedad castellonense, sorprendió a Colomer. Mientas Moliner apostaba por cambiar chistes por turistas, Francesc Colomer afirmaba: no sé si es un aeropuerto viejo o nuevo, solo espero que sobrevia”
Esperanza Molina/Castellón Información
¿Se atrevería la Generalitat Valenciana a cerrar el aeropuerto de Castellón?
Esa fue una de las preguntas que se hicieron ayer muchas personas tras ver la actitud del secretario autonómico de la Agencia Valenciana de Turismo, y ahora también presidente de Aerocás, Francesc Colomer, durante la inauguración de la primera ruta comercial Londres- Castellón, operada por Rayanair.
Y es que, el aeropuerto despertó la atención de todos los medios de comunicación del país, que abrieron sus informativos con la noticia; movilizó a un gran sector de público, que se dio cita en las instalaciones para dar la bienvenida a los primeros viajeros. Pero el comportamiento del secretario autonómico de la Agencia Valenciana de Turismo, y ahora presidente de Aerocás, Francés Colomer, fue todo un número.
Mientras la satisfacción se pintaba en la cara de la mayor parte de los miembros de Aerocás, representantes de Castellón, los representantes de Lavaline y Ryanair, que apostaban por un futuro próspero para la entidad y el turismo de Castellón, el secretario autonómico de la Agencia Valenciana de Turismo, con cara de que algo se le había indigestado, comenzó su discurso con las siguientes palabras: "No sé si es un aeropuerto nuevo, si ha sido viejo antes de nacer, puede que nazca hoy, que renazca hoy, pero lo importante es que sobreviva".
Por hacer un simil, es como si en la boda de unos recién casados, alguien con cara de entierro les estrechara la mano para indicarles: “Espero que dure”.
Francesc Colomer no asistió, como el resto de la comitiva y los periodistas al aterrizaje del primer avión, desde la plataforma situada junto a la pista. Se mantuvo con cara de pocos amigos durante toda la rueda de prensa… pero lo que más llamó la atención, fue el gesto casi de desprecio cuando, terminada la comparecencia, un fotógrafo les pidió a los que habían intervenido, que se pusieran juntos para posar para una fotografía. Todos aceptaron de buen grado;y mientras se colocaban, Colomer levantó el brazo en señal de rechazo y se negó.
Al nuevo presidente de Aerocás, se le preguntó por las declaraciones de Mónica Oltra, unos días antes, en contra del aeropuerto. Se salió por la tangente. “para eso estoy yo aquí”. Por la investigación que según parece, realiza la Unión europea sobre la financiación del aeropuerto de Castellón, promovida por la anterior oposición que ahora gobierna la Generalitat. Tiró balones fuera. “Es cosa de los servicios jurídicos”.
Y cuando se esperaba de él una apuesta de futuro, se limitó a señalar: "Bajo ningún concepto vamos a permitir que este aeropuerto se consolide como el aeropuerto barato de la zona norte de Valencia". "Vamos a trabajar para que sirva como potenciador del sector, para que sirva para posicionar a esta provincia como un destino turístico de calidad con mucho que ofrecer". Y poco más.
Javier Moliner salió al quite, e indicó que por supuesto que Castellón no va a ser el aeropuerto barato del norte de Valencia, porque lo importante es reafirmar la identidad del aeropuerto de Castellón como destino turístico por y para su provincia.
Parte del público que ayer estaba en el aeropuerto, lo hizo para reivindicar la infraestructura como parte de Castellón. Para defender el derecho a tener lo mismo que los demás. Y para empezar a romper esquemas como los chistes baratos que se han centrado en demoler por activa y por pasiva a la provincia y al aeropuerto.
Javier Moliner indicaba en este sentido: “Quisimos transformar desde la seriedad los chistes en turistas, y las malas noticia en buenas y en oportunidades para Castellón”.
Colomer ni dijo, ni se desdijo: “Todo el mundo tiene derecho a recordar lo que quiera”, para añadir aquello de aeropuerto viejo – aeropuerto nuevo.
Desde el optimismo algunos quisieron ver un cambio de actitud por parte del nuevo presidente de Aerocás, frente a las burlas que él mismo promovió en los medios de comunicación nacionales con respecto al aeropuerto.
Para los menos optimistas, la cosa no estaba tan clara y suscitaba otras preguntas: ¿acaso la Generalitat esperaba que hoy (ayer) fuera un fracaso?. ¿Esperaba la Generalitat tener una excusa perfecta para cerrarlo?. O ¿Cómo de llenos tendrán que venir los aviones, para que la Generalitat pueda alegar la falta de rentabilidad para acabar con este proyecto?
