Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
El transporte en autobús que se ha dispuesto desde el flamante Aeropuerto de Castellón en Vilanova de Alcolea hasta Vinarós tardará dos horas en realizar el recorrido. El mismo tiempo prácticamente que el vuelo Londres-Castellón. Costará 15 euros el viaje. Además, el recorrido desde el Aeropuerto hasta Peñiscola tardará más de una hora y hasta Castellón ciudad una hora y diez minutos, con un coste de 13 euros. Hasta Benicàssim la cosa se traducirá en 50 minutos y un coste de 10 euros, y al parecer la parada será en la rotonda de la llave, donde los viajeros tendrán que desembarcar con sus bártulos. Pura calidad y rapidez, oiga. Tanta, que uno se pregunta qué tipo de viajeros vendrán y en qué cantidad, y si tal vez hacen como Julio César pero al revés, es decir, vienen, ven y no vuelven nunca.
Este ejemplo del Aeropuerto y el autobús tal vez ilustre a la perfección el problema que hay. Y es que, ¿qué calidad se ofrece al posible turista? ¿Qué oferta hotelera, servicios, infraestructuras, etc se ofrecen? Pero sobre todo, ¿qué calidad? Y es que no nos engañemos, descontando a Peñiscola y a algunos empresarios aislados, el panorama es ciertamente poco halagüeño. Peñiscola no puede crecer mucho más si no quiere desvirtuarse y perder su esencia. ¿Y el resto? Pues en Benicàssim hace 25 años que no se construye un hotel. Y de la oferta de Oropesa, mejor no hablar. ¿Qué hay fuera de esto? ¿Qué se ha hecho? Porque se sabía que el Aeropuerto tarde o temprano funcionaría. ¿Se ha hecho algo para atraer a un turismo de calidad? Porque me resisto a creer que la línea diseñada para atraer al turismo internacional sea esa macrourbanización que no vale la pena mencionar. Y es que de ser eso lo que se pretende, pronto la Costa de Azahar será rebautizada como Cutre Beach y hará que Magaluf sea poco menos que Mónaco comparado con lo que se avecina aquí.
Sinceramente, espero que a partir de ahora se cambie el chip. Espero que se diseñe desde la esfera privada, pero con un cierto control y apoyo público, una oferta turística de calidad. Porque el Aeropuerto ya está hecho. Y aunque hubiese sido mucho mejor construir un gran Aeropuerto internacional en Sagunto que sustituyese a Manises y que diese servicio a Valencia y Castellón, hay que intentar que éste funcione. Pero que funcione para el beneficio y desarrollo armónico de la provincia, no para que se llenen el bolsillo cuatro cuatreros.