Luís Andrés Cisneros. Coordinador de Medios de Comunicación Vox Castellón.
Normalmente, hasta que no se llega a ciertas edades, uno no suele pensar en la pensión que le puede quedar al llegar la edad de la jubilación, y son pocas las personas que, a edades más tempranas empiezan a tomar consciencia de esta circunstancia.
Hay que felicitar al nuevo fichaje del PSOE, Irene Lozano que, tras estar una legislatura siendo el azote del partido del señor Sánchez desde las líneas de UPyD, y a la vista de que se le podía ir al traste el cobro de la pensión que, como diputada nacional, le pudiera corresponder, se ha arrojado en los brazos de los tan, por ella, denostados socialistas. Hay que recordar que, para tener derecho a la pensión se tiene que haber estado en el escaño un mínimo de siete años.
Pero no sólo es la pensión que en el supuesto de estar sólo esos siete años sería de 1973 Euros no se crean ustedes, también está el plan de pensiones que tienen sus señorías y que supone un 10% de sus emolumentos mensuales. Nada, lo justo para ir tirando con dificultades.
Pero, además, la señora Lozano no se incorpora al PSOE, de cualquier manera, ¡faltaría más!, va a ir de número cuatro en la lista de Madrid para, de esta forma, amarrarse al escaño con cemento. Todo sea para que, en sus años de retiro, no pase las estrecheces que la inmensa mayoría de los españoles padecemos.
Y si tuviera la fortuna de aguantar en la siguiente legislatura, o por lo menos llegar a los once años en el Congreso de los Diputados, alcanzaría el 100% de la pensión, o sea la nada despreciable cifra de 2466 Euros, por once años de esforzados y maratonianos trabajos. Eso sí, podría acabar en Ciudadanos, en Izquierda Unida o en el Partido Animalista, pero eso es lo de menos. Como diría Jordi Pujol “la pela es la pela”.
Ahora bien, lo que ignoramos son los beneficios que obtienen los socialistas con este fichaje. Es difícil de creer que sea porque arrastrará una cantidad desorbitada de votos, para alcanzar ese objetivo, podrían haber fichado a Belén Esteban que, seguro les conseguiría más adhesiones.
Lo que sí que habrá conseguido Pedro Sánchez, es abrir la veda a los fichajes al precio que sea y crear descontento en algunos de los de dentro que habrán visto como su esfuerzo y trabajo de tiempo se ha visto desbancado por la, hasta hace unas horas, enemiga suya.
Eso sí, para justificar su cambio brusco de dirección, la desubicada Irene aduce que se ha ido con Sánchez ya que, en sólo unos días, “ha modificado de forma radical su postura y va a cambiar radicalmente este país”.
Como diría un castizo, “con un par”. También podríamos aplicar a este caso la famosa frase de Groucho Marx: “Estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”.
Y añado yo: “Ojito con mi pensión que bastantes giros de cintura me ha costado conseguirla”.
