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El Mercat de la Taronja de Almassora ha desafiado esta mañana a la lluvia al inaugurar una nueva edición que se desarrollará durante todo el invierno para garantizar la venta directa de la cosecha al consumidor. La plaza de España ha acogido desde las 9.00 horas los dos puestos participantes en esta iniciativa comercial organizada por el Ayuntamiento de Almassora y la cooperativa agrícola San José.
En esta ocasión, los agricultores han pactado la venta de los cítricos a 5 kilos 3 euros, una oferta especial para los numerosos clientes que durante la mañana se han acercado hasta los expositores para realizar sus compras. También lo ha hecho una representación del equipo de gobierno, encabezado por la alcaldesa, Susanna Nicolau, durante la inauguración de este espacio comercial.
El concejal de Agricultura, Santiago Agustí, ha recordado que aquellos propietarios de campos de cultivo que deseen instalar sus puntos de venta durante los domingos por la mañana únicamente tienen que rellenar una ficha con la variedad de cítricos que desean vender, el término y partida en que se cultivan, así como la superficie de la finca, el polígono y la ubicación de la parcela. La instalación de los expositores no supone ningún gasto para los agricultores.
Los participantes se comprometen a vender cítricos de buena calidad, cogidos directamente del árbol, limpios, libres de plagas y enfermedades y con un calibre comercial que puede variar en función del tipo y la variedad. De esta manera, explican las mismas fuentes, los consumidores se aseguran de que compran fruta del terreno y pagan un precio justo por ella sin necesidad de intermediarios.
El Mercat de la Taronja se repetirá todos los domingos entre las 9.00 y las 13.00 horas. Cada vendedor únicamente puede instalar una parada, que tendrá una anchura máxima de tres metros. Según las bases que regulan esta iniciativa, a cargo del puesto tiene que estar el propietario o arrendatario de las tierras o la persona en quien deleguen siempre que el dueño esté presente y lo autorice. Los participantes en la muestra se responsabilizan de la limpieza de su puesto de venta, de manera que la plaza quede limpia una vez finalizado el mercado.
