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viernes, 22 de noviembre de 2024 | Última actualización: 22:28

San Vicente y Lledó quieren mejorar la comunicación con los fieles que sufren de sordera

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La parroquia de San Vicente de Castellón, donde desde hace años se lleva a cabo una atención pastoral a personas con deficiencias auditivas, y la Basílica del Lledó, donde se celebran los actos religiosos de la ONCE de la provincia, solicitarán entrar en el convenio suscrito en diciembre entre la Conferencia Episcopal y la ONCE para facilitar la comunicación a personas sordas con la instalación de un bucle magnético.

Desde 2008 el Obispo, mons. Casimiro López Llorente, ha confiado al sacerdote D. Raúl López, la atención a este colectivo. Desde entonces asegura la traducción a la lengua de signos de celebraciones eucarísticas en San Vicente, donde es vicario, y en grandes eventos diocesanos.

El bucle magnético es un medio de apoyo a la comunicación que permite hacer llegar la señal de audio deseada correctamente al audífono o implante eliminando el ruido de fondo. El resultado es que las personas reciben un sonido limpio, nítido, perfectamente inteligible y con un volumen adecuado.

Raúl López, que él mismo utiliza audífonos e implante coclear, explica que "habitualmente, cuando hablamos de barreras, se asocian con las arquitectónicas y la movilidad reducida. Sin embargo las personas sordas se enfrentan en su día a día a muchas barreras a la comunicación y a la información que les dificultan el interaccionar con su entorno"

En virtud del convenio, Fundación ONCE facilitará a la CEE información sobre los productos de apoyo a personas con discapacidad sensorial que pueden instalarse en los lugares de culto. Además, aportará dichos productos –libre de coste- a los titulares de los centros con los que así lo acuerden. Por su parte, la CEE se compromete a colaborar en la identificación de los lugares de culto donde puedan instalarse.

Castellón, Burriana y Vila-real se unen a Segorbe con templos jubilares

Mons. Casimiro López Llorente ha emitido un decreto en el que dispone siete modos de aprovechar las indulgencias vinculadas con el Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco desde el pasado 8 de diciembre. Entre ellos, ha  concedido que junto con la Catedral de Segorbe, donde se abrió en la Diócesis la Puerta Santa, también gocen de gracias jubilares templos de Castellón, Burriana y Vila-real. Para coordinar todos los actos de este año, ha nombrado al Vicario de Pastoral, D. Javier Aparici, Delegado Diocesano.

Podrá obtenerse la indulgencia plenaria en la Concatedral de Santa María todos los días del año. En Castellón también tendrán este privilegio el Santuario-Basílica de la Virgen del Lledó los días del Triduo y Fiesta principal de la patrona de la ciudad, y la parroquia de El Salvador todos los primeros viernes de mes, donde se venera la imagen del Cristo de la Misericordia.

Igualmente, la imagen del Cristo de la Misericordia de la parroquia de Santa Isabel de Aragón, en Vila-real, justifica la obtención de indulgencia plenaria los días del Quinario (del 29 de febrero al 4 de marzo) y la Vigilia y Fiesta, el 5 y 6 de marzo. En Burriana, por la Virgen de la Misericordia, patrona de la población, la Basílica de El Salvador también será jubilar del 21 al 30 de mayo y la vigilia y fiesta el 7 y 8 de septiembre.

El decreto también establece que se podrá obtener la indulgencia plenaria donde se celebren los actos de las 24 horas para el Señor y los jubileos particulares, en los monasterios de clausura, los enfermos y ancianos en sus casas, los presos en los centros penitenciarios, por el ejercicio de las obras de misericordia, y en provecho de los difuntos.

La indulgencia plenaria va más allá del perdón de las faltas en el sacramento de la reconciliación, permitiendo curar de las huellas negativas que los pecados dejan en los comportamientos y pensamientos, y liberar de todo residuo, consecuencia del pecado, capacitando para obrar con caridad, crecer en el amor  y no recaer.