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Como buen piloto profesional, uno de los mejores en su especialidad, Joan Barreda no conoce lo que es subirse a un vehículo de competición y no intentar sacarle el máximo partido. Aunque ese vehículo sea un motocultor...
Conocido precisamente por ello, el piloto de Castellón ha demostrado este fin de semana a qué es debido. Barreda no quiso ser un mero espectador de la segunda edición de Red Bull Motorets y se puso a los mandos de una de las máquinas más potentes de la carrera. Subida a ella completó un par de vueltas al nuevo trazado en el que se ha disputado esta prueba, encuadrada dentro del clásico rally de Transbetxí. Tras unas breves explicaciones a cargo del piloto habitual del motocultor, Barreda se lanzó a la pista dispuesto a conocer las prestaciones de la máquina, para alegría de los cientos de aficionados reunidos en torno al circuito.
"Son unas máquinas increíbles. Corren mucho más de lo que parece y tienes que concentrarte y exigirte para sacar el máximo. Los participantes se lo trabajan durante todo el año, tienen todos mis respetos", ha comentado Joan que, además, ha propuesto un reto más atrevido para próximas ediciones. "Ya no sé qué se me puede ocurrir para otros años. Quizás si utilizo mi Honda para un reto en un trazado como este podría salir algo divertido".
Su exhibición estuvo a la altura de los duelos mantenidos en la pista por los participantes que, ellos sí, luchaban por el triunfo en la prueba. Tras una ronda de clasificación de la que tomaron parte los 54 inscritos en el rally de Transbetxí, los 16 mejores pasaron a la ronda final de Red Bull Motorets, de la que el equipo 'Buitres Competició' salió vencedor. El equipo formado por Juan García y Javi Gómez venció en la final por estrecho margen a la pareja formada por José Vedrí y Andrés Ramírez.