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La Asociación Provincial de Productores de Trufa de Castellón, integrada en FEPAC-ASAJA, inicia una nueva etapa y, en asamblea general, se ha marcado “un periodo de dos años como máximo para revitalizar y renovar la asociación”, según explica su secretario general, Ramón Tomás, quien señala que el primer objetivo a alcanzar es “incluir a los comercializadores en nuestro colectivo para ganar en peso específico y en representatividad”.
La renovación de la asociación castellonense de truficultores pasa por elegir a una nueva junta directiva “que nos permita tener voz ante las distintas administraciones públicas a la hora de solicitar ayudas o beneficiarnos de las distintas líneas de subvención o colaboración existentes, tanto a nivel provincial, como regional, nacional e, incluso, europeo”, señala Tomás.
El segundo punto adoptado es la redacción de un plan de innovación para mejorar tanto el cultivo como la transformación y la comercialización de la trufa y, de esta manera, “obtener la máxima rentabilidad posible”, explica el secretario general de los truficultores de la provincia, quien señala que es preciso “buscar vías de comunicación directas con el sector de la restauración”.
Por último, el tercer gran acuerdo adoptado en asamblea es “adoptar las medidas necesarias para poner en valor un producto vital para numerosas zonas deprimidas del interior de la provincia de Castellón, y cuya correcta explotación puede ayudar a la creación de riqueza y puestos de trabajo y, por lo tanto, en la fijación de la población”, puntualiza Tomás, quien resalta que la trufa “es un producto con una muy alta cotización en el mercado de la alimentación cuya producción todavía es susceptible de crecer mucho en nuestra provincia”.
