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Conocer los problemas de los municipios de primera mano para darles la mejor solución. Es la premisa que sigue el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, al priorizar en su agenda diaria las reuniones de trabajo con los alcaldes de la provincia, tanto que ya son 50 los que han mantenido encuentros bilaterales de trabajo con el presidente en lo que llevamos de año. Y es que Javier Moliner ha hecho de la escucha activa con los ediles la hoja de ruta de la respuesta del Gobierno Provincial a las necesidades de cada uno de los 135 municipios de todo el territorio castellonense.
“No se puede solucionar lo que no se conoce. Es muy fácil hablar desde la distancia de lo que ocurre en uno u otro sitio, idealizar el perfil de problemáticas que tienen en determinados pueblos de una u otra magnitud o densidad demográfica, pero eso no es real. Para dar soluciones reales a los problemas reales de los pueblos de Castellón hay que escuchar a sus alcaldes, que son los que conviven con ellos los 365 días del año y conocen de primera mano la realidad de sus pueblos. Como siempre defendemos desde esta Diputación, somos las administraciones más próximas al ciudadano las mejor capacitadas para prestarles los mejores servicios y trabajar más eficazmente para mejorar su calidad de vida diaria”, ha explicado el presidente.
En ese sentido, el Moliner mantiene una cargada agenda diaria de reuniones y encuentros con alcaldes tanto en su despacho como en los propios municipios, lo cual le aporta esa visión cercana a los pueblos. Eso, unido a su permanente contacto con colectivos sociales, culturales, profesionales y empresariales, visitas a los pueblos así como la ayuda de todo el Gobierno Provincial, que también se desplaza constantemente por todos los municipios de la provincia, le aporta una visión real y cercana de lo que ocurre en todos los municipios de Castellón.
La despoblación, principal preocupación del interior
Fruto del permanente contacto con los alcaldes de los municipios más pequeños de la provincia y de percibir cómo la despoblación afecta a la mayor dificultad del mantenimiento de servicios básicos en las zonas del interior, el presidente Moliner ha hecho de frenar la despoblación uno de sus principales objetivos de gobierno a través de la campaña 'Repoblem'.
En ese sentido, Moliner ha explicado que “sin población desaparecen los servicios, desaparece nuestra singularidad porque se empobrece el patrimonio cultural, nuestras costumbres, nuestra gastronomía, todo. De poco sirve tener pueblos que sean urbanizaciones de fin de semana, queremos pueblos con gente durante todo el año, y por ese objetivo trabajamos todo el año. Por eso es tan importante el problema que nos plantee el alcalde del pueblo más pequeño de la provincia como el de la ciudad más grande, creemos en la igualdad de oportunidades entre todos los castellonenses”.
En ese sentido se dirigen medidas tan importantes como las ayudas a la natalidad, el Plan Provincial de Rehabilitación de la Vivienda, los talleres de ocupación en las zonas del interior, todo el trabajo que realizan los Centros Cedes para promover la dinamización económica, las Unidades Respira de cuidado de personas mayores o su ambiciosa apuesta por desestacionalizar el turismo a través de distintas iniciativas (Castellón Sénior, un calendario de 200 eventos deportivos anuales, decenas de ferias comerciales y certámenes agroganaderos o la marca de productos autóctonos Castelló Ruta de Sabor, entre otros).
