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Los municipios de Vila-real, Burriana, Almassora, les Alqueries y Betxí coordinarán esfuerzos y recursos para garantizar 'la mejor acogida posible' a los refugiados de Siria que lleguen a la provincia. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, se ha reunido esta mañana con los representantes de estos municipios, Maria Josep Safont, Susanna Nicolau, Floren Bravo y Alfred Remolar, respectivamente, para constituir una comisión para “trabajar juntos en un tema tan sensible como es el de los refugiados”.
“Los municipios reunidos hoy nos hemos declarado ciudad refugio; una declaración de voluntad que ahora debe plasmarse en garantizar la mejor acogida y acompañamiento posible a las personas desplazadas del conflicto en Siria. Y, para ello, es importante que compartamos experiencias y recursos bajo dos criterios básicos: la solidaridad con las personas que lo están pasando mal y la proximidad entre ciudades vecinas”, argumenta Benlloch. En la misma línea se han pronunciado también los alcaldes y alcaldesas reunidos hoy en Vila-real. “De lo que se trata”, apunta Safont, “es de poner en común los recursos materiales y personales, como pueda ser un albergue que sirva de punto de enlace provisional hasta derivar a los desplazados a los alojamientos particulares con los que cuente cada municipio”.
Para ello, los ayuntamientos, están promoviendo sus propios registros locales de recursos y contactando con las entidades sociales de sus respectivos municipios, tal como detallan el representante de les Alqueries. “El objetivo no es otro que el de sumar las diferentes herramientas que tenemos en cada población para coordinar esfuerzos y ofrecer un acompañamiento y seguimiento de los casos que se puedan derivar a nuestras ciudades, como ya hicimos Almassora y Vila-real hace 23 años con los refugiados de la guerra de Bosnia”, recuerda Nicolau. También Remolar ha valorado positivamente la reunión como “una primera toma de contacto para seguir trabajando de manera coordinada cuando lleguen los primeros refugiados”.
“Los castellonenses hemos demostrado que somos una sociedad solidaria, como se ha visto en estos cinco municipios en las últimas semanas. Es ahora obligación de las administraciones canalizar esta solidaridad con los refugiados poniendo en común los diferentes recursos de que disponemos, no tanto públicos como, sobre todo, de particulares y voluntarios, para que el proceso de acogida e integración se produzca de la mejor forma posible”, concluye Benlloch, quien destaca la importancia de la participación directa de la sociedad en la acogida a los refugiados.