Se notifican una media de tres casos al día de acoso escolar en Castelló y más de un 20% ocurren en las redes sociales
Inés Romero / Castellón Información
Cuando se habla de la vuelta al colegio después de unas largas vacaciones, ya sea de Navidad, Semana Santa o verano, siempre se hace referencia al estrés que conlleva a los padres y madres organizarse para poder compaginar sus trabajos con la rutina, la compra de todos los materiales necesarios para que los niños y niñas puedan afrontar el nuevo curso, entre otros temas que están a la orden del día en muchas familias cuando llegan estas fechas. Asimismo, muchos de estos niños, aunque se despidan de unos meses donde han podido disfrutar al máximo, no paran de pensar, felices, en que pronto verán a sus amigos de clase. Pero, ¿por qué nadie habla de aquellos niños y niñas que no quieren volver al colegio por temor a reencontrarse con aquellos compañeros que les insultan, menosprecian o agreden?
El Informe Cisneros X expone que uno de cada cuatro niños sufre acoso escolar. Además, según el estudio realizado por la Conselleria de Educación, los datos de acoso escolar en la provincia de Castelló han aumentado un 8 %, pues se detectan una media de tres casos al día. En la Comunitat Valenciana, 4.096 niños y niñas han sufrido algún tipo de acoso escolar. Y estos datos simplemente reflejan aquellos casos en los que ha habido una denuncia.
Por este motivo, a finales de 2019 surgió la Asociación Contra el Acoso Escolar Castellón (ACAEC), una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es poner fin a esta lacra que acompaña cada curso escolar a miles de niños y niñas en la provincia de Castelló.
Liliana Martiniuc y Vanesa García Pérez, presidenta y secretaria general de ACAEC, cuentan sus objetivos: “Nos centramos en atender tanto a los niños y niñas que están en edad de escolarización que han sufrido acoso escolar como a sus familiares. Además, una de nuestras finalidades principales es detectar y prevenir de manera efectiva los casos de acoso escolar, bullying y ciberbullying”.
Para ello, las integrantes de ACAEC hacen diversos talleres, charlas y presentan casos reales. “Estos talleres y charlas pueden ser muy efectivos sobre todo para los observadores, puesto que ellos son los que tienen la clave para acabar con este problema”. Igualmente, la asociación pone a disposición de los familiares otros servicios esenciales. Por ejemplo, cuentan con la colaboración de Begoña Solaz, una psicóloga con más de 20 años de experiencia experta en acoso escolar, o Carlos Santamaría Monfort, abogado penalista y director ejecutivo en LegalNetworking. “Nosotros costeamos siempre la primera visita y les acompañamos durante todo el proceso. En casos excepcionales, si los padres tienen dificultades económicas, tenemos un sistema que, tras valorar la situación, la asociación puede hacerse cargo de algo más”, sostienen.
Asimismo, ACAEC está intentando crear un seguro escolar que cubra también el acoso escolar, para que todas familias que no se lo puedan permitir puedan tener acceso a estas ayudas.
Vanesa García declara que la idea de poner en marcha esta asociación surge porque en Castelló hay otras entidades que ofrecen apoyo psicológico, pero no ayudan con el procedimiento. “En Castelló estamos un poco indefensos. Nosotros lo que queremos es ayudar a prevenir estos casos porque es la única manera para acabar con esto”, afirma la secretaria de ACAEC.
Tratar el acoso escolar desde la raíz
Desde ACAEC insisten en que este tipo de ayuda no solo tiene que ir dirigida a las víctimas, pues también es necesario asistir a los niños que acosan: “Es imprescindible que los acosadores también reciban un tratamiento, puesto que son la raíz de este problema. Tenemos que empoderar a las víctimas, pero también ayudar a los acosadores para que dejen de serlo porque si no, al próximo día irán a por otro niño”. Por ello, ambas declaran que el "acoso escolar deber ser detectado, aceptado y tratado”.
La presidenta de la asociación manifiesta que cada vez son más los niños y niñas que denuncian la situación. No obstante, afirma que cuando deciden contarlo es porque “el acoso ha llegado a un nivel muy alto”. Asimismo, la secretaria general añade que donde más miedo hay es en la franja de edad de entre 8 y 10 años porque piensan que si lo cuentan “van a dejar de ser valientes, pero esto es algo que mentalmente los mata”.
El acoso escolar puede ocurrirle a chicas y chicos por igual, sostiene la presidenta, aunque el de las primeras suele ser más psicológico y el de los segundos más físico, añade.
La “ceguera” de los centros educativos
Las miembros de la Asociación Contra el Acoso Escolar Castellón explican que el protocolo de la Comunitat Valenciana para actuar cuando se produce un caso de acoso escolar es acudir primero a la dirección del centro y, desde allí, deciden si poner la situación en conocimiento de los padres. “Este protocolo debe cambiar porque la mayoría de los centros no hablan hasta que los casos son muy graves. Además, los que deberían controlar esto tendrían que ser personas externas al colegio que se dediquen única y exclusivamente a escuchar a los alumnos y a velar por sus beneficios”, declaran.
Es por este motivo por el que afirman que detectar los casos de acoso escolar se hace cada vez más complicado. “Cuando sale una noticia sobre acaso escolar, los centros salen en los medios para desmentirlo y dicen que no sabían nada”, manifiesta la presidenta de la asociación. Igualmente, añaden que los centros “no suelen estar preparados para afrontar un problema de este tipo, por lo que lo normalizan y muchas veces miran hacia otro lado para que les afecte lo mínimo a su empleo”. Así pues, uno de los planes de la asociación es plantear cursos para los docentes.
La poca colaboración por parte de los colegios, explican, provoca que los padres se acaben convirtiendo en “detectives”. “Se dedican a encontrar pruebas para demostrar que sus hijos están siendo acosados y esto es un trabajo que se debería hacer desde la administración. Por lo tanto, para los centros la solución más fácil es que los padres se cansen de ser detectives y decidan cambiar a los niños de colegio”, expresa Vanesa García. Sin embargo, ambas integrantes insisten en que esto es un grave error porque el niño va a tener secuelas “de por vida” y el “acosador dejará de hacer daño a ese niño, pero al día siguiente irá a por otro”, por lo que el problema seguirá existiendo.
El confinamiento: un arma de doble filo
Es cierto que el confinamiento a causa de la Covid-19 ha podido contribuir a que muchos niños y niñas se sientan “liberados” al no tener que ir a clase. No obstante, Liliana Martiniuc confirma que esto ha sido un arma de doble filo: “Por ejemplo, al realizar las clases de manera online, los alumnos quedan expuestos ante una pantalla, donde todos le pueden ver. El ciberbullying es durísimo porque aunque apagues el ordenador, va a seguir estando ahí”.
Según el último informe de acoso escolar en la Comunitat Valenciana publicado por la Conselleria de Educación, más de un 20% de los casos detectados se producen por incidencias en las redes sociales y chats de WhatsApp. “Hace unos años la mayoría de casos eran físicos, pero los porcentajes han cambiado porque acosar a alguien por la red se ha vuelto mucho más sencillo, ya que no es necesario que exista un contacto directo”, añade la secretaria de ACAEC.
Sin embargo, otros niños sí han podido sentir esa liberación al no tener que ir todas las mañanas al colegio. “Me consta que hay padres que se están planteando la educación doméstica de sus hijos porque han visto que volvían a sonreír y a ser felices”, expresa Vanesa García.
La importancia de la educación y los valores
Tanto la presidenta como la secretaria general de ACAEC insisten en que el acoso escolar perdura debido a la falta de educación y valores. “La desigualdad económica, de clases, de género, etc. es uno de los principales motivos por lo que hay acoso en los centros”, aseguran. “De nada sirve que un niño salga de primaria con todo sobresaliente si luego no va a tener unos valores”, comenta apenada Vanesa García.
Por ello, muchas de las charlas que se imparten desde ACAEC estarán enfocadas a que los niños aprendan a respetar y a empatizar con los demás. Cada vez se hace más urgente una educación desde una “igualdad absoluta”.
En definitiva, asociaciones como ACAEC surgen con el fin de conseguir que no se acepten de forma silenciosa las situaciones de acoso escolar, bullying y ciberbullying, pero sobre todo, nacen para que ningún niño o niña más se levante cada mañana atemorizado por tener que ir al colegio.
Teléfono contra el acoso escolar
900 018 018 (Ministerio de Educación y Formación Profesional)