Iván Sánchez Cifre. Alcalde de Sant Jordi
Cuando en cualquier municipio o ciudad española, por grande o pequeña que sea, surge un problema, la administración que da la cara de forma rápida y útil para el ciudadano siempre es la misma: el Ayuntamiento. Un ayuntamiento no puede parar a pensar en cómo podrá conseguir los recursos para dar solución a un problema de sus vecinos cuando éste surge de forma inesperada y fortuita, ¿verdad que no?
Ahora que estamos terminando el año, y tenemos que sacar cuentas para también prever cómo será el año 2022, desde ayuntamientos pequeños como el que presido, en Sant Jordi, volvemos a comprobar cómo la Administración cuanto más grande es, en más ineficaz se convierte por lenta y farragosa, algo que se debería intentar solucionar si de verdad queremos ser útiles a nuestros ciudadanos. Quizás podrían mirarse en el espejo de los ayuntamientos.
Para justificar subvenciones, ya bien sean de la Diputación, de la Generalitat o del Estado todo son complicaciones y “peros”, facilidades las justas. En ocasiones incluso te comentan los vecinos, incluso los emprendedores o las familias la tremenda sensación que tienen de que parece queles estén buscando el cómo disminuir esa cuantía por cualquier trámite que no cumplan con todos los puntos y comas, que suelen ser muchos. Y después, los plazos a la hora de pagar… pues sí, lentos lentísimos. En el caso del Ayuntamiento, cuando solicitamos ayudas somos nosotros los que en ocasiones tenemos que adelantar un dinero que después se le compensará, pero de momento eso que tiene que adelantar. Y al final, los que pagan esa lentitud o esa ineficacia inevitablemente son los mismos, los ciudadanos. Por muy buena intención que tengamos todos, al final lo que cuenta es la agilidad que le demos a la Administración, que sea rápida y oportuna para que cuando se ejecuten las acciones sean una resolución de problemas y no al contrario como a veces desgraciadamente ocurre. Porque son muchas las empresas que trabajan para la Administración, son muchas las familias que dependen de esos tiempos, y debemos comprometernos a ser facilitadores y no lo contrario.
En fin, permitidme este pequeño desahogo después de días de trabajo en el Ayuntamiento para responder a todos los requisitos de varias líneas de actuación. Queremos aprovechar todos los recursos que las grandes administraciones ponen a disposición de nuestros pueblos, aunque al hacerlo nos carguemos mucho de trabajo administrativo y de paciencia, mucha paciencia. Deseamos poder decir, cuando estemos a estas alturas de 2022 que al final valió la pena.