AVA-ASAJA pide al president que tome cartas en el asunto y evite que la pugna entre los partidos del Botànic se anteponga a la defensa de los agricultores
Castellón Información
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que la Generalitat apruebe unos presupuestos para el ejercicio 2020 “absolutamente indignantes, escandalosos e impresentables” ante la emergencia del sector agrario valenciano, puesto que con los recortes aplicados a las líneas estrictamente agrarias no se puede hacer frente a los graves problemas que atraviesan los agricultores y ganaderos.
AVA-ASAJA manifiesta su rotundo rechazo a que el incremento global en un 4,53% de los fondos anuales de la conselleria de Agricultura, “no va a llegar a los agricultores”, sino que se destinará a gastos de personal (+30,56% con nuevos altos cargos y asesores) o a cuestiones relacionadas con el medio ambiente (solo la Dirección General de Cambio Climático elevará sus costes un 114%), mientras salen diezmadas partidas netamente agrícolas como la gestión de recursos hídricos, las infraestructuras agrarias o la sanidad vegetal.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, pide al president Ximo Puig que “tome cartas en el asunto, asuma la responsabilidad a la que se comprometió con el sector agrario y evite de una vez que la pugna que mantienen los distintos partidos políticos que forman parte del Botànic se siga anteponiendo a lo que debería ser su prioridad: la defensa de los valencianos y en este caso de los agricultores”. Es más, Aguado le propone que “si no encuentra una solución a este conflicto, separe una conselleria enfocada exclusivamente al medio ambiente de otra de agricultura que se dedique de verdad a afrontar urgentemente la crítica situación del campo”.
Hasta el 30 de noviembre permanecerá abierto el periodo de presentación de enmiendas a los presupuestos autonómicos, por lo que Aguado reclama “una rectificación drástica, así como la inclusión, aunque solo sea por decencia política, de las ayudas de minimis que el Consell prometió conceder a los citricultores tras la peor campaña de los últimos tiempos y que aún no ha decretado excusándose en Hacienda. Si se mantuviera esta tomadura de pelo, esta patraña frente al discurso mil veces repetido de que la agricultura es un sector estratégico, que parece diseñada por políticos mentirosos, ignorantes y cobardes, nos preguntaremos para qué queremos una Generalitat Valenciana”.
Recortes agrarios
Resulta especialmente llamativo que la flamante Ley de Estructuras Agrarias –aprobada el pasado mes de febrero y necesitada de presupuesto para arrancar el próximo año– no cuente con suficiente apoyo debido al descenso del 0,1% en el capítulo de Estructuras Agrarias. Así, lamenta Aguado, “será imposible beneficiarse de esta normativa para emprender la necesaria modernización de la agricultura valenciana”.
La lucha contra la Xylella fastidiosa tampoco se contempla objetivamente, pues a la lenta actuación a la hora tanto de arrancar los almendros infectados como de abonar las indemnizaciones correspondientes, se suma la congelación del presupuesto destinado a la replantación en las parcelas afectadas (700.000 euros) que en 2019 parece no haberse gastado y que, por tanto, no está proporcionando un plan de futuro a los agricultores damnificados.
Incluso proyectos estrella impulsados por el propio Consell como es la protección de la Huerta de Valencia obtienen exiguas partidas que al sector no le consta que se hayan cubierto en 2019. Son los casos de las medidas del programa de desarrollo agrario de la Huerta (experimentan un tijeretazo del 15,35%) o del Ente Gestor de la Huerta que todavía no se ha puesto en marcha (conserva una partida de 300.000 euros). Para Aguado “es de cínicos aprobar una Ley de la Huerta que únicamente impone restricciones y obligaciones a los agricultores cuando las administraciones están permitiendo que las aguas fecales urbanas fluyan por las acequias”.