Solicita al Ministerio inversiones pendientes de modernización de regadíos, el impulso definitivo a la desalación y medidas técnico-administrativas que faciliten la disponibilidad del recurso
Castellón Información
La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y desarrollo Rural ha propuesto la racionalidad y la sostenibilidad en el uso del agua ante la situación excepcional de sequía meteorológica que atraviesa la Comunitat y que ha llevado los volúmenes de agua embalsada a un nivel de emergencia.
Este escenario de excepción viene motivado por la existencia de temperaturas más altas y una mayor duración de las estaciones cálidas, el efecto acumulado de falta de lluvias y un cambio en el patrón de lluvia. Además, todos estos efectos están influidos y ampliados por el cambio climático.
La conselleria hace un seguimiento continuo del impacto de la sequía sobre los cultivos y producciones y, desde marzo de 2016, dispone de un protocolo especial de valoración de daños que realiza informes mensuales de indicadores meteorológicos, recursos disponibles, situación de cultivos y ganado, y evaluación de daños.
Estos informes se centran en los efectos sobre los cultivos porque son los más acuciantes y con repercusiones económicas directas, aunque también hay que prestar atención al efecto sobre la superficie forestal y el aumento del riesgo de plagas e incendios que conlleva.
Con el objetivo de garantizar tanto el suministro de boca como el riego para todos los usuarios, el Consell está realizando actuaciones en tres grandes ámbitos: inversiones y ayudas, apoyo a las rentas de los agricultores y fomento de proyectos de investigación en el IVIA. Además, tal y como anunció el President Ximo Puig, próximamente se pondrá en marcha una campaña de concienciación sobre el uso y el ahorro del agua.
Líneas de actuación
En este primer bloque de actuaciones destacan las inversiones en modernización de regadíos e infraestructuras agrarias. También se han destinado ayudas a comunidades de regantes para fomentar la racionalización en el uso del agua y las energías renovables, una línea de ayudas que se ha recuperado después de cinco años sin ser convocada por el anterior Gobierno.
Del mismo modo, se han destinado ayudas a la modernización de explotaciones agrarias para la mejora de la viabilidad, la incorporación de nuevas tecnologías, el ahorro de costes y la eficiencia en uso recursos; a lo que hay que sumar las ayudas a la incorporación de jóvenes, en cuyos planes de inversión también se favorece la modernización y ahorro.
Además, se han realizado inversiones en infraestructuras hídricas de abastecimiento y encauzamiento para reducir déficits y pérdidas en redes de abastecimiento, y en reutilización de aguas residuales
En la línea de apoyo a las rentas de agricultores, destacan las ayudas a la suscripción de seguros agrarios -con un esfuerzo de la Conselleria por mantener la dotación presupuestaria 24 millones de euros para incentivar la suscripción de seguros-, además de contar con una línea ayudas para bonificación de intereses de préstamos formalizados por titulares de explotaciones afectadas por la sequía 2016-17.
En última instancia, se están potenciando todas aquellas líneas y proyectos de investigación en el IVIA que tienen que ver con la sequía y, en general, con la adaptación de la agricultura al cambio climático. Entre estas medidas destacan la mejora de eficiencia del uso del agua, con uso combinado de diferentes tecnologías, actuaciones ante la salinización de suelo, participación en proyectos europeos, cursos de formación, material vegetal adaptado a la sequía y prácticas de cultivo.
Pero la política del Consell se tiene que ajustar, en todo caso, a lo que dispongan los planes de cuenca y los planes especiales de sequía en las cuencas hidrográficas, cuya elaboración y aprobación corresponde al Estado.
Exigencias al Ministerio
Dada la situación excepcional de sequía que sufre la Comunitat, el Consell ha solicitado al Ministerio una serie de actuaciones adicionales, además de trasladarle la enorme preocupación de los regantes y los graves impactos socioeconómicos que puede tener la sequía en la Comunitat, especialmente en las comarcas del sur de Alicante.
Estas peticiones, que se trasladaron en la reunión del pasado 14 de noviembre, se han estructurado en tres ámbitos: inversiones pendientes de modernización de regadíos, impulso definitivo a la desalación y activación de las plantas de Alicante y medidas técnico-administrativas que faciliten la disponibilidad del recurso.
Además, desde el Consell se exige una mejor financiación que permita hacer frente a las necesidades de inversiones, ayudas y medidas de ahorro y eficiencia, así como se denuncia la baja inversión del Ministerio en infraestructuras hídricas en la Comunitat. En definitiva, se aboga por el trabajo conjunto y el diálogo de las administraciones.
Una visión de futuro
Estas medidas de urgencia se consideran necesarias, pero, al mismo tiempo, desde la conselleria se apuesta por plantear la reflexión a medio y largo plazo, de manera que se integren definitivamente los efectos del cambio climático en la planificación hidrológica de las cuencas.
Esta planificación ha de revisarse conforme a escenarios actualizados, de modo que los instrumentos para hacer frente a sequías y altas temperaturas también han de adaptarse y deben insistir no solo en medidas de gestión de la oferta del recurso, sino, sobre todo, en la gestión de la demanda.
Por último, desde la Conselleria se considera que la gestión de sequías en el futuro requerirá de un planteamiento de más alcance, integral y territorial. Por tanto, habrá que tener en cuenta parámetros económicos y sociales; contemplar modelos de desarrollo agrario, residencial y turístico sostenibles; aumentar la eficiencia en el uso del agua y de la energía y proteger los acuíferos y masas de agua naturales, que son garantía de futuro.